Las
estrías tienen un alto impacto psicológico en ambos géneros", afirma
enfática la dermatóloga Vierocka Tomulic, quien no las considera una
enfermedad, sino que simplemente cicatrices que aparecen en la piel y
que quedan en evidencia sobre todo en verano, cuando las personas visten
ropa más liviana.
"En las adolescentes les baja mucho el autoestima, no quieren ponerse
traje de baño, se sienten atroces. La verdad que da pena", agrega la
especialista. Claro, porque se trata de una alteración que por lo
general se da en el abdomen, las mamas, los glúteos y la cara interna de
los brazos, todas zonas que están más a la vista en la temporada
estival.
Vierocka Tomulic explica que las estrías se producen en la dermis, la
cual está compuesta por una fina red de fibras elásticas y colágenas,
que permiten que la piel se estire y contraiga, pero de forma limitada.
"Llega un momento en que si sobrepasamos el límite tanto en tiempo como
en tensión, este tejido elástico se rompe, lo cual se manifiesta en la
epidermis como una estría", sostiene la dermatóloga.
Respecto a las causas de ellas, la especialista señala que son
múltiples, aunque la primera es la predisposición genética. "Si una
mujer tiene a su madre con estrías o ella misma las tuvo durante la
adolescencia, es altamente probable que las desarrolle durante un
embarazo o aumento de peso (…) Eso es importante tenerlo en
consideración para lo que es la prevención, más que el tratamiento",
dice.
En la aparición de esta alteración también influyen factores
mecánicos, como el embarazo o el crecimiento excesivo y rápido. En el
primer caso, Vierocka Tomulic asegura que hasta un 75% de las mujeres en
etapa de gestación puede presentar estrías y agrega que la edad también
influye, ya que mientras más joven sea la embarazada, mayor es la
probabilidad de que le aparezcan.
Por otro lado, si un niño crece de forma abrupta, hay muchas
posibilidades de que su piel presente estrías, las cuales toman la forma
de un pentagrama generalmente en espalda, glúteos y cara interna de
muslos o brazos. "Entre los adolescentes hasta un 25% puede llegar a
tener estrías en distintas partes del cuerpo", afirma la dermatóloga.
Asimismo, existen medicamentos que influyen en su formación, como por
ejemplo los corticoides tópicos. "El abuso de ellos atrofia la piel y
produce estrías", indica la especialista.
Tratamientos: mejores resultados cuando están nuevas
Otro aspecto a considerar en relación a las estrías es que tienen una
evolución, es decir, su apariencia cambia desde que aparecen hasta que
se convierten en una cicatriz propiamente tal. En este sentido, Vierocka
Tomulic sostiene que en un inicio se ven como una línea tenue, rosada y
que puede producir picazón.
Luego, esa línea sutil se alarga, se ensancha, se oscurece, se hace más visible y pronunciada.
En la siguiente etapa, la piel está distendida e intenta regresar a
su estado normal, pero la grieta ya quedó. Finalmente, cuando la estría
lleva más de seis meses de evolución, ya se habla de una cicatriz, la
cual tiene aspecto nacarado en las pieles claras y marrón en las
oscuras.
La dermatóloga afirma que existen "varios y variados" tratamientos
para esta alteración de la piel, los cuales idealmente buscan eliminar
las estrías, aunque el objetivo de la mayoría es atenuarlas. "Los
mejores resultados se logran cuando están nuevas, con un aspecto
rojo-violáceo", señala.
Quienes las presentan pueden elegir entre la microdermoabrasión
-aunque Vierocka Tomulic asegura que no es eficaz, ya que con ella sólo
se trata la epidermis-; los láser -"algunos sí pueden servir, porque
buscan a través del calor estimular el fibroblasto (célula de la piel) y
la circulación para que así aumente la síntesis de fibras elásticas y
colágeno"-; el ácido retinoico, el alfa hidroxiácido, etc.
No obstante, la dermatóloga recalca que "no hay literatura seria,
médica, que avale todo este tipo de tratamientos", a diferencia de lo
que ocurre con algunas opciones terapéuticas que sí tienen respaldo
científico, es decir, se ha probado que sirven. Éstas son:
- Vitamina A: promueve la formación de colágeno, la renovación
celular de la piel y, como consecuencia, la elasticidad y apariencia de
ésta. Se puede encontrar en los productos cárneos, huevos, cereales no
refinados y el pan integral.
- Aceite de manzanilla: tiene un componente llamado alfa-bisabolol
que es antiinflamatorio, calmante e hipoalergénico. "La estría, cuando
está activa, hay una inflamación, porque es una presión que hay en la
piel, entonces hay que desinflamar. Y esto (aceite de manzanilla)
naturalmente lo hace", sostiene Vierocka Tomulic.
- Vitamina C: "Es el antioxidante por excelencia, el más usado en la
industria farmacéutica-cosmética. También ayuda a la síntesis de
colágeno y elastina", explica la dermatóloga. Está presente básicamente
en los frutos cítricos, los porotos verdes, las frutillas, papayas,
brócoli, tomates y papas. Lo ideal es comer estos productos crudos (a
excepción de las papas) para que la acción de la vitamina C sea óptima.
- Vitamina E: al igual que la vitamina C, la E también protege a la
piel de los radicales libres que causan el envejecimiento y el daño
cutáneo. Además, humecta la piel, la deja más suave y más distensible,
según señala la especialista. Se encuentra en las aceitunas, frutos
secos (nueces, almendras, etc.), palta, etc.
- Caléndula: es una planta a la que se le extrae el aceite y también
tiene efecto sobre la degeneración celular. "Es hipoalergénica,
antiinflamatoria -de hecho muchos de los agentes calmantes que se usan
post quemadura solar la contienen- y se usa en muchas patologías
cutáneas que cursan con irritación", dice Vierocka Tomulic.
- Lavanda: no sólo se usa en la industria cosmética por su olor, sino
que también es un antiséptico natural y tiene efecto calmante sobre la
piel irritada.
- Romero: acondiciona la piel para recibir otros tratamientos. "Se
adiciona a cualquier vehículo para favorecer que los otros principios
activos penetren a través de la epidermis hacia la dermis, donde
queremos actuar", indica la dermatóloga.
Sea cual sea la alternativa que se elija, la especialista resalta que
es clave que quien se realice el tratamiento tenga la piel hidratada y
humectada. "Esto favorece que la piel tenga un mejor aspecto y, además,
porque así los principios activos de cualquier tratamientos en crema,
gel, loción o aceite, penetran más fácilmente la epidermis y llegan a la
capa donde se necesita trabajar", explica.
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