En su estudio, publicado en Canadian Medical
Association Journal, los investigadores aseguran que al estudiar datos
de 380 familias europeas con al menos dos familiares mayores de 90 años
de edad (89 años o más para los hombres y a partir de 91 años para las
mujeres) se ha detectado que la longevidad heredada está asociada con
niveles bajos de vitamina D en el cuerpo humano.
El estudio abarca a hermanos y hermanas y a sus hijos, así como a las
parejas de estos últimos. Fueron examinados 1.038 niños de personas
longevas, de los cuales 461 formaron parte de grupos de control.
Los investigadores midieron 25 niveles de vitamina D y los
clasificaron de acuerdo a los diferentes meses del año en cambios
temporales. También fueron considerados la edad, sexo, índice de masa
corporal, época del año, el consumo de vitaminas y el funcionamiento de
los riñones, es decir, todos los factores que podrían afectar al nivel
de vitamina D.
"Hemos encontrado que los hijos de los longevos que han tenido una
hermana o hermano de, al menos, 90 años de edad tienen niveles bajos de
vitamina D en comparación con el grupo de control, independientemente de
los factores secundarios y polimorfismos de nucleótido único, asociado a
los niveles de la vitamina”, aseguró Diana van Heemst, investigadora
del Depar
tamento de Gerontología y Geriatría de la Universidad de Leiden.
Según Van Heemst, los descendientes de longevos también presentan una
rara variación en el gen CYP2R1, que está asociado con la
susceptibilidad del organismo a la acumulación de grandes cantidades de
vitamina D.
Entre tanto, los estudios anteriores sugieren que los niveles bajos
de vitamina D se asocian a una elevada mortalidad, a enfermedades
cardiovasculares, cáncer, alergias y trastornos de la inteligencia.
Sin embargo, los autores de este estudio afirman que se trata de una
relación directa de causa y efecto, y creen que se necesitan más
estudios para comprender la relación entre la longevidad y los bajos
niveles de vitamina D.
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