La actividad física regular, como caminar y andar
en bicicleta, mejora en forma importante el control de la enfermedad y
reduce el riesgo de muerte prematura en un 40% en personas con diabetes,
según investigación. Estudio destaca que una combinación de actividad
física aeróbica y fortalecimiento muscular reduce el riesgo de padecer
diabetes tipo 2 en un 59%.
La clave para mantener un buen control de la diabetes mellitus tipo 2
(DM2) y prevenir su aparición, es adoptar un estilo de vida saludable,
por medio de la práctica regular de actividad física y una alimentación
balanceada, según destaca el doctor Álvaro Rico, endocrinólogo y
presidente de la Federación Diabetológica Colombiana.
La prevalencia de DM2 aumenta continuamente a nivel mundial y su
control deficiente genera complicaciones graves que reducen la calidad
de vida de quienes la padecen. Para el 2011, la Federación Internacional
de Diabetes calculó que 25,1 millones de personas, o el 8,7% de la
población adulta de América Latina, tenían diabetes y aseveró que a lo
largo de los próximos 20 años, esta cifra aumentará en un 60%,
alcanzando casi los 40 millones de personas.
La DM2 es una enfermedad crónica no transmisible que se caracteriza
por un nivel elevado de azúcar en la sangre debido a la combinación de
dos situaciones: una resistencia a la acción de la hormona encargada de
facilitar el ingreso del azúcar a las células (insulina) y una
disminución en la producción de esta hormona.
De acuerdo con el doctor Rico, la DM2 se produce por los hábitos de
vida inadecuados (poca actividad física y alimentación desbalanceada) en
una persona con predisposición (genética, herencia) a padecerla. Agrega
que las personas que están en mayor riesgo son las que tienen
familiares diabéticos, son sedentarias y tienen sobrepeso u obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, recientemente se ha
constatado un aumento del número de casos de DM2 en niños y adolescentes
debido al incremento del sobrepeso y obesidad (un 10% de los niños en
edad escolar en el mundo padecen de sobrepeso u obesidad).
Actividad física ayuda a controlar la DM2
La actividad física regular como caminar y andar en bicicleta, reduce
el riesgo de muerte prematura en personas con diabetes. Así lo demostró
un estudio científico del Instituto Alemán de Nutrición Humana
Potsdam-Rehbruckeen publicado en la edición en línea de agosto de la
revista Archives of Internal Medicine.
De acuerdo con la investigación, los diabéticos que realizan
actividad física mejoran en forma importante el control de la enfermedad
y con ello disminuyen considerablemente la probabilidad de sufrir
complicaciones. El estudio, en el cual participaron 5 859 diabéticos,
señaló que se disminuye en un 40% la probabilidad de muerte en general y
en un 50% la probabilidad de muerte por causas cardiovasculares.
“Está comprobado que la actividad física disminuye la glicemia, la
resistencia a la insulina, la presión arterial, el colesterol malo, los
triglicéridos, el peso y la grasa corporal. Además, aumenta la
sensibilidad a la insulina, la masa magra, el colesterol bueno, la
formación de nuevos capilares, la sensación de bienestar y la calidad de
vida”, señala el doctor Rico.
El azúcar no causa diabetes
Según el doctor Rico, erróneamente se cree que el consumo de azúcar
causa diabetes. Sin embargo, esto es falso porque ningún alimento o
grupo alimenticio en particular causa diabetes. No hay alimentos buenos o
malos, solamente dietas desbalanceadas. Un exceso en el consumo de
todos los grupos de alimentos, incluyendo el azúcar, favorece el aumento
de peso, y ya sabemos que el sobrepeso y la obesidad aumentan la
probabilidad de desarrollar diabetes. Según, el doctor Rico, el
diabético debe restringir el consumo de azúcar y regular el consumo de
harinas.
También es posible utilizar sustitutos de azúcar como los
edulcorantes no calóricos que se caracterizan por no aportar calorías.
Según la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por
sus siglas en inglés) los edulcorantes aprobados son: acesulfame K,
aspartame, sacarina, sucralosa, neotame y estevia. “Los edulcorantes no
calóricos son perfectamente aceptables y son una magnífica alternativa
para los diabéticos que tienen dificultades en prescindir del sabor
dulce en los alimentos”, señala el doctor Rico.
El experto agrega que una dieta balanceada, que incluye todos los
grupos de alimentos, cuidando siempre el tamaño de las porciones de las
comidas, ayudará a mantener un nivel normal de glucosa. Esto significa
comer diferentes alimentos, entre ellos, verduras, granos integrales,
frutas, lácteos sin grasa y carnes magras (sin grasa). Además, el
diabético debe hidratarse adecuadamente, puede beber agua, gaseosas
dietéticas e infusiones como café y té, sin adición de azúcar. Cada
paciente debe tener un plan alimentario personal ajustado a sus
necesidades metabólicas, talla, peso y cantidad de actividad física que
realiza regularmente.
La prevención de DM2 es posible
“La prevención está en nuestras manos. La clave está en mantener un
estilo de vida saludable, logrando un peso adecuado, por medio de una
alimentación balanceada y la práctica regular de actividad física”,
señala el experto.
De hecho, un estudio científico de la Escuela de Salud Pública de la
Universidad de Harvard, también publicado en la revista Archives of
Internal Medicine en la edición en línea de agosto, reveló que una
combinación de ejercicio aeróbico y fortalecimiento muscular puede
reducir el riesgo de padecer DM2 hasta en un 59%.
El doctor Rico concluye que, a diferencia de otras enfermedades, la
DM2 es prevenible e invita a todos a seguir las siguientes
recomendaciones:
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