Aunque la mayoría de las personas los eligen por su olor y empaque, hay otras claves para escoger mejor a estos aliados de la higiene corporal
La función primaria del jabón es eliminar la grasa, arrastrar células muertas y contaminantes externos, así como añadir un toque fragante a la piel, pero su uso inadecuado puede traducirse en problemas cuando poseen un pH bastante alcalino, lo que sucede con los que usualmente superan los 9 puntos en este renglón, mientras la piel tiene un pH entre 5.5 a 6. La aplicación de productos como estos -y más aún si se emplean varias veces al día-, puede erosionarla y ocasionar aún más daño en las personas con epidermis sensible, por lo que los especialistas indican los que poseen pH de ácido a neutro, ya sean en forma de pastilla o gel.
No obstante, lo más importante, según la médica cirujano Mara Addivinola, también dedicada al área de estética, es escogerlos según el tipo de piel, tanto para el rostro como para el resto del cuerpo. Y más aún, enfatiza, "en el caso de las pieles sensibles. Para ellas, hay jabones con su pH dermatológico". También recomienda aquellos con ingredientes naturales o artesanales de buena calidad, que pueden tener como base glicerina, además de otros ingredientes como aceites de almendras o de oliva, coco, avena, pepino, aloe, sin componentes químicos. Al buscar un jabón, también es deseable la presencia de sustancias como vitamina E, por ejemplo.
Sin espuma pero eficaces
"Existen también los llamados syndets, que no son muy populares, por el costo que tienen. No hacen espuma como los convencionales. Aquellos que sí lo hacen son muy químicos y agreden al manto hidro-lipídico, esa envoltura invisible que protege la piel, compuesta por agua y de grasas. Si le aplica un jabón alcalino, lamentablemente es como si se estuviera empleando un detergente para lavar la ropa", puntualiza la experta.
Los syndets, también llamados jabones sin jabón, fueron inventado en los años cincuenta y su base son los tensioactivos sintéticos, suaves y enriquecidos con agentes engrasantes. No producen efectos alcalinizantes, ya que el valor del pH se puede ajustar el nivel fisiológico del 5.5, por lo que están diseñados para pieles con una capacidad de neutralización alcalina reducida. Resultan menos irritantes para la capa córnea, por lo que muy adecuados para piel sensible, incluyendo la del rostro.
Transparencia y aromas
La glicerina suele formar parte de jabones más artesanales, aunque requiere agentes emolientes, pues en forma pura puede resecar la piel, por lo que también se aconseja para pieles grasas. "El de glicerina, en sí mismo, no huele a nada, no hace espuma, entonces los pacientes, las personas, creen que no se están limpiando bien, que el jabón no está funcionando como tal", precisa la doctora Addivinola y añade que estos pueden ser menos agresivos. Si se les añaden esencias naturales se le une su función higiénica con lo olfativo.
En este sentido, Jinan Al-Shereidah, quien produce a pequeña escala la línea Jenne Savon, elaborada con glicerina, esencias y productos naturales, definida como "jabones artesanales terapéuticos", enfatiza el poder de la aromaterapia y la estética en sus productos.
"Es bien sabido para todos el poder de los aromas para los seres humanos. Frutas, hierbas y esencias no sólo las consumimos a través de la comida, y hacen feliz nuestro paladar, sino además, estimulan nuestros sentidos, en un momento de relajación y atención a nuestro cuerpo. El momento del baño, sobre todo en las culturas orientales, ha sido a lo largo de la historia, un ritual en el que el que limpiamos nuestro cuerpo no sólo de bacterias acumuladas durante el día. Podemos convertir esos minutos de rutinaria higiene diaria, en un momento de 'pequeño gran placer', donde los aromas y tesoros de la naturaleza que se encuentran en un jabón artesanal, activan sentidos a través de sus propiedades relajantes, estimulantes, regenerativas, humectantes y exfoliantes". Vinculada también con la orfebrería, para Al-Shereidah "los jabones artesanales pueden ser objetos de arte, en los que su color, forma, aroma, e ingredientes, estén en armonía para ser un producto que estimule todos los sentidos".
Los aromas del Medio Oriente se hacen presentes en sus propuestas, en razón de su origen venezolano-iraquí. "Durante mis viajes desde niña a esta región, conocí el valor de los productos de la naturaleza en la elaboración de toda la cosmética, con aceites, rosas, hierbas, yogur. He podido presenciar procesos tan fascinantes como el del Argán (catalogado como el 'Oro de Marruecos'), utilizado en la cosmética más sofisticada de grandes firmas estéticas".
"Con el tiempo -agrega- quise aprender a elaborar jabones artesanales, los cuales siempre utilicé. Es como aprender a cocinar lo que te gusta comer. ¿Qué mejor que crear un producto estético de uso diario, seleccionando tus fórmulas, aromas, ingredientes, formas y propiedades que puedan regalarte un momento de gran placer a la hora de tomar un baño? Entonces decidí compartir este producto, ofreciendo al mercado Jenne Savon. La palabra 'Jenne' significa paraíso en árabe, y es justo el lugar donde por minutos podemos llegar, sensorialmente, mientras tomamos un baño todos los días, al despertar o antes de dormir en una suerte de ritual".
También algunas firmas comerciales incluyen aromas e ingredientes naturales en sus fórmulas, aptas también el público que quiere buscar algo más allá de la sola higiene corporal. Sin embargo, si padece de alergias, los muy perfumados no son la elección correcta, según indican los especialistas.
Fuente: http://www.estampas.com/belleza-y-moda/121103/jabones-para-cuidar-su-piel
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