Hay una tendencia que cada día gana más fanáticos y que si sabes llevarla de forma inteligente lograrás destacar del montón: el estilo militar. Existe el error de pensar que lucir el típico estampado de camuflaje es suficiente para seguir esta tendencia, cuando eso es apenas la punta del iceberg.
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Este estilo se inspira en los detalles de las indumentarias castrenses de diferentes países (básicamente europeos), la ropa tiene una estructura casi arquitectónica y destacan detalles como botones dorados, bolsillos y chaquetas con grandes solapas. Empecemos con un poco de historia: Cuando Napoleón llega al poder se impone el denominado estilo Imperio que no va a alterar las formas del uniforme militar pero sí su ornamentación y algunos detalles que tenderán a jerarquizar estas austeras prendas burguesas para hacerlas dignas de la nueva corte. El cortesano verá militarizada su indumentaria por lo que su chaqueta se llenará de bordados, galones y medallas. Sucesos como la Guerra Mundial (la Primera y la Segunda) trajeron grandes transformaciones en la sociedad: el hombre iba al campo de batalla y la mujer a trabajar, por eso ellas empezaron a demandar ropa cómoda acorde a su nuevo status. Dado que las telas escaseaban, comenzaron a usar las de los uniformes militares y los diseños de los mismos pues eran resistentes y funcionales. Así llegamos hasta nuestros días, donde vemos que el estilo tiene un repunte durante este otoño 2012 con propuestas de Ferragamo, Marant, Chanel, Zara o Mango (por nombrar algunos).
Imágenes de Zara.com y Mango.com
¿Cómo usamos el estilo militar sin vernos muy rígidas o disfrazadas? Primero debemos tener en cuenta que esta temporada los diseñadores apuntan hacia la Fuerza Armada Terrestre, por lo que los colores claves son: marrón, negro, verde oliva y caqui (sí mafiosas, los colores cambiarían si la inspiración fuese la Armada Áerea o la Marina). Puedes combinar piezas en colores sólidos con camuflaje y acentuar la unión con accesorios en rojo o amarillo (de hecho usar pantalones rojos es lo top). El camuflaje no debería tener más de tres colores (evita las versiones grises o rosadas).
Chaquetas: Blanco, Burberry Prorsum y Forever 21
Lo segundo es la ocasión en que se usará: para el día a día una blusa ligera en caqui o verde junto a un jeans oscuros o unos leggings de camuflaje con una camisa o franelilla negra son las mejores opciones. La clave es la simplicidad y destacar sólo una prenda militar. Si trabajas, tener una chaqueta de botones, grandes solapas y al menos 2 bolsillos externos es un must have que te otorga más elegancia y fuerza en tu ambiente laboral, combínala con una falda lápiz en el mismo tono y botines o zapatos cerrados. Si sales de paseo usa una chaqueta muy adornada o un vestido camisero en verde oliva y detalles dorados. Importante: olvida las bailarinas y sandalias planas, el estilo militar exige tacones altos y plataformas, lo más IN son los botines y las botas de caña alta. Recuerda que todo lo que represente poder y autoridad debes incluirlo en tu look (sin exagerar). Dado que el boom son las púas seguramente encontraras prendas combinadas con lo militar. No tengas miedo y atrévete a usarlas!
Para salidas informales
Para ir a la oficina
Los accesorios son el tercer punto a tomar en cuenta: broches alusivos a la Armada, cadenas glam con una placa (como las que usan los soldados con su nombre y tipo de sangre), zarcillos pequeños o unas argollas XL. Tu cartera oversize en un color sólido (puede ser de patente o textura) será el complemento perfecto para convertirte en una army girl sin caer en la extravagancia.
Demuestra tu autoridad y poder de mando rindiéndote ante esta tendencia ¡esta es la guerra contra el mal gusto!
Fuente: http://www.galeriainventiva.com/Preparadas-para-la-guerra
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