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lunes, 12 de noviembre de 2012

La obesidad, un duro rival de los horarios y las mujeres por la crisis

Con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, los expertos quieren concienciar a la población del peligro que supone esta enfermedad que provoca al menos 2,8 millones de fallecimientos anuales en todo el planeta y que afecta más a las mujeres que a los hombres, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un problema que junto con el sobrepeso se han convertido en el quinto factor principal de riesgo de fallecimiento en el planeta, en el que alrededor de unos cuarenta millones de menores de cinco años sufren sobrepeso en 20120.
Para concienciar a la población española de esa importancia, Instituto Médico Europeo de la Obesidad (Imeo) ha organizado la Semana de Apoyo a la Mujer Obesa, que afecta más el sobrepeso a las mujeres que los hombres. El Imeo ofrece un estudio gratuito a todas las mujeres con sobrepeso u obesidad que lo deseen, dirigido a analizar la raíz de su problema.
Aquellos que hayan participado y que quieran seguir adelante podrán asistir a una consulta con un experto en la materia, para que se conozcan las posibles soluciones a esta situación que se agrava cada día. El Imeo y la Organización Mundial de la Salud recuerdan que la obesidad y el sobrepeso se pueden evitar con hábitos como seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio moderado regularmente y no fumar ni abusar del alcohol.
Todo ello, junto con el aumento de paro también ha hecho que las mujeres sean las grandes perjudicadas. Se ha convertido en una epidemia que se ceba especialmente con las féminas por el alto precio de los productos que ha obligado a que éstas busquen alimentos de menor calidad y menos nutritivos.
Todo ello obligado por los continuos ajustes económicos de las familias españolas en la que esta tendencia se ha ido incentivando con los años. Además de ello, el momento en el que se ingiera la comida también importa. Las mismas calorías pueden afectar de diferente manera si se toman por la mañana o por la noche. Por ello, la relación entre sueño y peso cada vez está más patente.
Investigadores estadounidenses se han dado cuenta de que hay un gen en las células grasas que tiene un papel muy importante ya que funciona como una especie de reloj de la grasa e influye en nuestro sistema nervioso.
La Escuela de Medicina Perlman y el Instituto para la Medicina Traslacional de la Universidad de Pensilvania han establecido que cuando el reloj de las células grasas no funciona, se interrumpe el ritmo hipotalámico y se favorece el consumo de alimentos en un horario inapropiado.
Este cambio lo comprobaron con ratones. En el laboratorio comprobaron como un cambio modesto en el consumo de alimentos durante su periodo de descanso, favorecía el almacenamiento de energía. Asimismo, se dieron cuenta que podían favorecer la obesidad en estos animales replicando el ritmo de comida.

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