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domingo, 14 de octubre de 2012

Madre y Profesional, ¿Categorías excluyentes?


Llega un momento en la vida de toda mujer en donde se despliega un abanico de interrogantes que nos introduce en el mundo de la culpa y la incertidumbre: ¿Se puede ser madre y profesional? ¿Debo elegir entre la maternidad y el desarrollo de mi profesión? Al atravesar la barrera de los treinta, dos sentimientos se entrecruzan y nos llevan a una encrucijada.



Es posible que si has dedicado gran parte de tu vida al estudio, y de pequeña soñabas con ser una mujer independiente que triunfa en el ámbito laboral, también hayas soñado con ser una madre comprensiva y moderna, ¿Contradicción? No, género es la mejor respuesta. Las mujeres nos caracterizamos, entre otras cosas, por sumar la mayor cantidad de temas y entrelazarlos en nuestras mentes de manera que todo quede conectado de forma caótica, entonces surgen las preguntas que llevan a más preguntas. Si te encuentras en un laberinto parecido, presta atención.

No debes atormentarte con ideas sobre el abandono, la desprotección o el desamor. Hoy en día, es difícil concebir una familia en la que sólo el hombre sea el que lleve el dinero al hogar,  la mayor parte de las madres son trabajadoras, o bien, la mayor parte de las trabajadoras son madres. Existe legislación que te ampara.

Si no tienes la suerte de que un familiar pueda cuidar a tu niño los primeros años de vida, hay guarderías, si prefieres que se quede en tu hogar, hay niñeras que pueden cuidarlos mientras tu trabajas.

En el Siglo XXI ser madre y profesional ya no son categorías excluyentes

Fuente: familiaymujer