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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Rayos X en aeropuertos pueden dañar dispositivos para tratar la diabetes

Los escáneres de rayos X de cuerpo entero y los del equipaje pueden dañar algunas bombas de insulina y monitores continuos de glucosa, usados por muchos diabéticos para gestionar sus afecciones.
Es probable que cada día muchos viajeros expongan estos dispositivos para el tratamiento de la diabetes a los rayos X de los controles de seguridad de los aeropuertos "y algunos pueden tener fallos leves [o peores] en su funcionamiento como consecuencia de eso", escribieron los autores de un editorial reciente en la revista Diabetes Technology & Therapeutics.
Recomiendan que lleven consigo una carta que detalle todos los aparatos médicos que una persona con diabetes necesita llevar a bordo. También recomiendan que si alguien lleva consigo una bomba de insulina o monitores continuos de glucosa, la carta ha de especificar que esos dispositivos no deberían pasarse por los rayos X, por un escáner del cuerpo entero ni por el control de rayos X del equipaje. En lugar de eso, esos dispositivos deberían ser revisados a mano, según el editorial de los coautores Andrew Cornish y el Dr. H. Peter Chase, de la Universidad de Colorado en Denver.
La Dra. Tracy Breen, directora de diabetes del Sistema de Salud North Shore-LIJ en New Hyde Park, Nueva York, se mostró de acuerdo con este consejo.
"Siempre recomiendo que las personas con diabetes viajen con una carta de sus médicos que declare su diagnóstico de diabetes, cuáles son sus necesidades para el viaje y los suministros que llevan consigo", aseguró Breen. "Ya que realmente no sabemos lo que le puede ocurrir a una bomba de insulina o a los [monitores continuos de glucosa] cuando pasan por el escáner, es importante seguir las recomendaciones de los fabricantes".
"También es importante que las personas y los médicos conozcan las directrices de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) y que consideren remitirse a esas directrices en la carta para los viajes".
El editorial expuso la experiencia de una paciente de 16 años a quien la TSA le pidió que pasara la bomba de insulina por un escáner de cuerpo entero. Como consecuencia de la exposición a los rayos X, el fabricante de bombas aconsejó a la joven que desconectara la bomba, porque no podían estar seguros de si había sido dañada o no.
Cualquier bomba que use lo que se conoce como motor de corriente continua está en riesgo al exponerse a los rayos X, según el editorial. Las bombas de insulina fabricadas por Medtronic, Animas y Tandem Diabetes Care usan motores de corriente continua.
"Al igual que el resto de fabricantes de bombas de insulina, recomendamos que no se exponga la bomba t:slim al escáner de cuerpo entero", afirmó Susan Morrison, directora de relaciones empresariales con los inversionistas de Tandem, en San Diego. Morrison comentó que Tandem también recomienda que la bomba t:slim no se exponga a los controles de rayos X de los equipajes.
En la actualidad, las únicas bombas de insulina aprobadas por la FDA que no usan motores de corriente continua son las OmniPod de Insulet. Esa bomba usa un cableado de aleación con memoria de forma que, según la compañía, no se ve afectado por la exposición a los rayos X. El manual de usuario de Insulet afirma que tanto las cápsulas, que contienen la insulina y se fijan al cuerpo, como el dispositivo inalámbrico que controla el suministro de insulina pueden pasar por los rayos X.
Medtronic también advierte que sus monitores continuos de glucosa no deberían exponerse a ningún tipo de rayos X.
Ninguna de las compañías de bombas expresa su preocupación por pasar estos dispositivos por el detector de metales de los aeropuertos.
El editorial comentó que en un avión, la presión de cabina alta puede hacer que algunas bombas de insulina suministren algo más de insulina. En general, esto no supone una gran preocupación para los adolescentes o adultos, porque la cantidad de insulina adicional que puede suministrarse no es lo suficientemente alta como para que cambien mucho los niveles de azúcar en la sangre.
Pero, en el caso de los niños pequeños que usan cantidades minúsculas de insulina, la cantidad adicional de insulina podría provocar un descenso en los niveles de azúcar en la sangre. Los padres que son conscientes de este riesgo pueden controlar con mayor cuidado a sus hijos al volar para evitar niveles bajos de azúcar en la sangre de forma inesperada.
Además, la sensibilidad de los monitores continuos de glucosa puede verse afectada por los cambios de presión de cabina, de manera que una presión más alta podría provocar que las lecturas fueran más bajas.
Los autores del editorial afirmaron que se necesita más investigación para determinar con exactitud en qué medida tanto el suministro de insulina como las lecturas de los monitores continuos de glucosa se ven afectados por la presión de cabina.

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