Las personas heridas que llegan a la sala de
emergencias con alcohol en la sangre tienen menos riesgo de morir en el
hospital que aquellos que no están intoxicados, dice un estudio.
La investigación en Estados Unidos, que siguió a más de 190 mil
personas tratadas en salas de emergencias, encontró que entre más
alcohol tenía un individuo en la sangre, menores sus probabilidades de
morir.
Los científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de
Illinois en Chicago, que publican el estudio en la revista Alcohol,
creen que este vínculo podría deberse a un efecto neuroprotector del
alcohol.
Sin embargo advierten que el hallazgo no es un "llamado para que la
gente consuma alcohol" ya que se sabe que éste incrementa, en primer
lugar, el riesgo de sufrir una herida.
Hasta ahora no ha habido estudios que analicen los mecanismos
fisiológicos vinculados al alcohol en humanos que han sufrido heridas.
Protección
Según los investigadores, algunos estudios con animales han mostrado
que el alcohol podría tener un efecto protector pero los resultados
hasta ahora han sido contradictorios.
Para la nueva investigación el doctor Lee Friedman y su equipo
utilizaron los datos de los registros de heridas de 190 mil 612
pacientes internados en clínicas de emergencia en el estado de Illinois
entre 1995 y 2009.
Al ser admitidos, todos los pacientes habían sido sometidos a pruebas de sangre para medir su contenido de alcohol.
Se encontró que los niveles de alcohol en la sangre variaban desde 0
hasta 0,5 por ciento. (En Estados Unidos el límite legal de alcohol en
la sangre es de 0,08 por ciento).
Entre las personas estudiadas, 6 mil 733 murieron en el hospital.
Los investigadores compararon los niveles de intoxicación con la
mortalidad de los pacientes admitidos por heridas que incluían
fracturas, lesiones internas y heridas abiertas.
Encontraron que, incluso tomando en cuenta la severidad de la lesión,
la intoxicación con alcohol había beneficiado a todos los pacientes,
excepto a aquéllos que habían sufrido quemaduras.
Tal como explica el doctor Friedman "en los niveles más altos de
concentración de alcohol en la sangre hubo una reducción de casi 50 por
ciento en las tasas de mortalidad en el hospital".
"Este beneficio protector persiste incluso después de tomar en cuenta
la severidad de una herida y otros factores que se sabe están
fuertemente asociados con la mortalidad después de sufrir una lesión".
"Entre más alcohol tenía la persona en su sistema, mayor el efecto protector" agrega.
Los científicos no saben cuáles son los mecanismos biológicos involucrados en este efecto protector.
Pero tal como señala el investigador, si se logra entender mejor esta
asociación quizás sería posible desarrollar un tratamiento que simule
este efecto.
"Podríamos tratar a los pacientes después de una herida, ya sea en el
campo o cuando llegan al hospital con fármacos que simulen el efecto
del alcohol".
El científico advierte, sin embargo, que este hallazgo no es una llamada para que la gente comience a consumir alcohol.
"El estudio no está alentando a la gente a tomar alcohol" dice el investigador.
"Pero después de que se sufre una lesión, si la persona está
intoxicada parece haber un efecto protector bastante sustancial" agrega.
Según la Organización Mundial de la Salud, globalmente el alcohol
causa 1,8 millones de muertes cada año y cerca de la mitad de éstas son
resultado de heridas causadas por el consumo de alcohol.
Y el problema de las heridas vinculadas al consumo de alcohol es
particularmente grave en los países de bajos y medianos ingresos, afirma
la organización.
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