Una vez diagnosticada, la diabetes gestacional será tratada principalmente mediante la dieta, puesto que los hipoglucemiantes orales están contraindicados durante la gestación. El objetivo de este tratamiento es la regulación del metabolismo materno y el desarrollo normal del embarazo y del parto.
Es importante tener en cuenta la necesidad de ganancia de peso de la madre gestante, sobre todo a lo largo del segundo y el tercer trimestre (350-400gr semanales); por ello, el aporte calórico deberá ser aproximadamente de 30-40 kcal por kg de peso y día. En mujeres obesas el aporte será algo menor, unas 24 kcal por kg de peso ideal y día. Además, se recomienda realizar en torno a seis comidas a lo largo del día (siendo comida y cena las de mayor carga calórica), evitando así situaciones de ayuno, que son poco recomendables durante el embarazo. Un médico nutricionista será el que deba indicar el tipo y la composición de la dieta en función de las características de cada paciente.
Para que la mujer pueda llevar un control de la glucemia se le proveerá de un medidor de glucemia con el que debe realizarse un autoanálisis domiciliario. Con este aparato, la paciente podrá obtener los datos de su nivel glucémico y podrá compararlos con el valor ideal; si este último valor es superado dos o más veces en el transcurso de una o dos semanas, se procederá a instaurar un tratamiento insulínico. La insulinoterapia se aplica solo en aquellas pacientes que no responden adecuadamente a la dieta.
Seguimiento durante el parto
La importancia de la detección de la diabetes gestacional radica, a la hora del parto, en que el hijo de una madre diabética no tratada tendrá elevadas posibilidades de presentar macrosomía (tamaño fetal más grande de lo normal); esto da lugar a traumatismos del parto, distocia de hombros (una vez ha salido la cabeza, los hombros del bebé quedan encajados en el canal del parto), y la necesidad de practicar cesárea en la mayoría de los casos.
En mujeres en las que se ha seguido un tratamiento dietético con resultados satisfactorios no será necesario ningún control especial durante el parto. En cambio, aquellas a las que se les haya tenido que aplicar un tratamiento a base de insulina, deberán ser sometidas a análisis cada hora durante el trabajo del parto para poder administrar cargas de glucosa e insulina en el momento adecuado, y evitar así la hipoglucemia neonatal.
Seguimiento tras el parto
En la mayoría de los casos los niveles de azúcar en sangre vuelven a la normalidad tras el parto. La administración de insulina suele suspenderse en este momento.
A las seis semanas después del parto, se realizará de nuevo la prueba de SOG, mediante la cual se reclasificará a la paciente como normoglucémica (normal), con glucemia basal alterada (en ayunas se detecta una glucemia mayor de la normal), intolerante a la glucosa, o diabética. Si los resultados de la sobrecarga oral son adecuados se pasará a realizar únicamente controles anuales, que son muy recomendables, ya que existe un porcentaje elevado de aparición de diabetes en los años posteriores a un embarazo con este tipo de complicación.
El perfil lipídico también tiende a verse alterado en estas pacientes; para evitar riesgos cardiovasculares asociados es recomendable realizar un seguimiento periódico.
Además de las recomendaciones clínicas, los especialistas aconsejan seguir una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, y realizar ejercicio físico moderado.
Prevención:
Conociendo los factores de riesgo, es relativamente sencillo deducir las pautas de prevención para la diabetes gestacional. El control del peso y una dieta equilibrada, antes y después de la concepción, supondrán un primer paso para asegurar un embarazo saludable.
En ocasiones las mujeres embarazadas tienden a mantener una ingesta demasiado elevada durante todo el embarazo; para evitar que esto contribuya a la aparición de complicaciones, debe informarse a la futura madre, explicándole cómo controlar su alimentación para que su peso se incremente dentro del límite adecuado.
El ejercicio físico moderado (caminar como mínimo una hora diaria) ayuda a mantener el peso, y el perfil hormonal y lipídico, dentro de los valores adecuados.
Fuente: http://www.webconsultas.com/embarazo/complicaciones/diabetes-gestacional/prevencion-2399
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