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lunes, 12 de noviembre de 2012

La acromegalia es curable si se detecta en su fase inicial

La acromegalia es una enfermedad endocrina causada por un tumor ubicado en la hipófisis, glándula que se encuentra dentro del cráneo y que contiene las diferentes hormonas controladoras de la mayoría de las glándulas del cuerpo humano, como tiroides, adrenales, testículos y ovarios.
El doctor Franklin Ablan, endocrinólogo del Centro Clínico Profesional Caracas, explica que “la acromegalia se manifiesta principalmente por el cambio en el aspecto físico de la persona, producto del agrandamiento de las extremidades (manos, pies, muñeca, codos, rodillas y tobillos). También hay cambios óseos del cráneo, mandíbula y mentón, arco de las cejas, engrosamiento de los labios, lengua y hasta modificaciones en el timbre de la voz”.
Las personas no se dan cuenta de su enfermedad ya que los cambios físicos suelen relacionarse con la evolución natural del organismo, por lo que sólo acuden al médico cuando la patología se encuentra en estadios avanzados. Existen otros síntomas que pueden alertar al paciente a realizarse chequeos de despistaje: exceso de sudoración y vello, dolores articulares, cansancio, hormigueo en las manos, apneas nocturnas, bocio, irregularidades menstruales, ronquidos, disminución de la líbido, alteraciones del humor y arritmias.
Entre las complicaciones que puede traer consigo la acromegalia, el especialista en endocrinología explica que son múltiples, como la diabetes mellitus, trastornos del colesterol y triglicéridos, cálculos renales, agrandamiento del corazón, hipertensión arterial, osteoartritis en rodillas, tobillos, cadera, columna vertebral, codos, hombros y manos, hasta cáncer del aparato digestivo y pólipos malignos.
“El paciente puede curarse de la enfermedad al detectar el tumor en la fase inicial; para ello existen diagnósticos como la medición de la hormona somatomedina C, para la pesquisa. La prueba concluyente es la supresión o no de la hormona de crecimiento (HC) luego de someter al paciente a una sobrecarga de 100g de glucosa y medir HC a los 30, 60, 90 y 120 minutos y cuyos niveles normales en sangre suelen estar por debajo de 1mcg Lt en esta prueba”, explicó Ablan.
En la actualidad, Venezuela cuenta en la ciudad de Caracas con diversos centros médicos para el diagnóstico y manejo de pacientes con enfermedades hipofisarias, como son el Hospital Vargas, Hospital Domingo Luciani, Hospital Miguel Pérez Carreño y el Hospital Clínico Universitario de Caracas, con el apoyo de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela.
Tratamiento clínico
El tratamiento inicial es mediante la cirugía, que logra una cura de un 60 a 80% dependiendo de la habilidad del neurocirujano en patología hipofisaria, en pacientes con tumores pequeños (microadenomas); y un porcentaje menor en los tumores grandes (macroadenomas). “En ambos casos es muy importante el papel de la molécula Octreotide para controlar tanto los síntomas de la enfermedad, como para evitar el crecimiento del tumor y lograr una cura a largo plazo”, añade el doctor Ablan.
Acromegalia no es igual a gigantismo
El gigantismo se presenta en un sujeto antes del desarrollo de la pubertad, cuando no se ha producido la totalidad del crecimiento en estatura. La acromegalia se produce en individuos donde ya se completó el crecimiento y desarrollo, en la juventud o adultez.

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