La cebolla es una hortaliza que crece en bulbo
seco y pertenece a la familia de las Liláceas se cree que es originaria
de Persia. Actualmente su cultivo y consumo se ha difundido por todo el
mundo. Una porción de 100 gramos de parte comestible de cebolla, es 90%
agua de tal manera que al consumirla cruda es un alimento que contribuye
con la hidratación del día. Aporta 38 calorías, gracias a los
carbohidratos que contiene (8.6 gramos), tiene muy poco aceite vegetal y
proteína vegetal.
En cuanto a vitaminas y minerales es el potasio (157mg) el de mayor
concentración, le sigue el fósforo con 33mg y calcio con 20mg. El
potasio es un mineral importante para controlar la actividad eléctrica
del corazón, por otro lado al ser la cebolla un alimento bajo en sodio y
alto en potasio le permite tener propiedades diuréticas. Estas
características hacen de la cebolla una hortaliza recomendada para
pacientes hipertensos así como quienes tienen niveles elevados de ácido
úrico en sangre.
Por otro lado es una buena fuente de fibra (1.8 gramos) que ayuda a
mantener saludable el tracto intestinal, previene el estreñimiento y
aporta sensación de saciedad tras su consumo.
En la literatura especializada se describen propiedades medicinales a
la cebolla, muchas de estas por su rica composición de diversos
compuestos azufrados depositados principalmente en el aceite. Las
personas que padecen enfermedades respiratorias como la bronquitis se
benefician del efecto expectorante de la cebolla. Los asmáticos pueden
beneficiarse gracias al compuesto tiosulfinato de capacidad
antiinflamatoria y antiasmática.
La cebolla es también rica en antocianinos, compuestos naturales de
capacidad antioxidante y que juegan un rol importante en la prevención
del envejecimiento celular y enfermedades degenerativas. Además aporta
vitamina C y E también de gran capacidad antioxidante.
Estos beneficios podemos encontrarlos en las diferentes variedades de
cebolla, aunque los antocianinos son característicos de los vegetales
con tintes morados como la cebolla roja.
Tanto cruda como cocida es saludable y nutritiva, será mejor en su
estado crudo para evitar la pérdida de nutrientes sensibles como la
vitamina C. Otro uso frecuente de la cebolla es como condimento en las
preparaciones caseras o procesado por la industria y como ingrediente de
múltiples productos alimenticios envasados donde, en esa forma de
consumo, el mayor beneficio es el aporte de sabor y aroma y no tanto
nutricional.
Fuente: Licenciada Sara Abu Sabbah - nutricionista - 2012-11-05-la-cebolla-fuente-de-fibra-y-de-antioxi...
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