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martes, 6 de noviembre de 2012

Iluminar con arte y buen gusto


Aprenda a utilizar los bombillos apropiados para no afectar sus ambientes al tiempo de resaltar colores y texturas

(Imagen: NORGE BOSCÁN)
El elemento más importante en la decoración de ambientes en el hogar es la iluminación. Lo primero que debe tomar en cuenta, a la hora de iluminar, es contratar los servicios de un profesional para elaborar un proyecto adecuado a las necesidades de cada uno de los integrantes de la familia.

En casa la iluminación debe ser cálida y acogedora, que genere confort hogareño con una atmósfera de intimidad y, al mismo tiempo, que realce y embellezca cada una de sus áreas. "El principal asunto es armonizar la funcionalidad de la luz sin mucha complicación", afirma Luis Gerardo Mendt, diseñador de interiores, quien con más de dos décadas de experiencia en decoración de ambientes, afirma que iluminar un área no solo requiere el colocar lámparas despampanantes, sino el utilizar bombillos adecuados a cada espacio.

Es importante conocer sobre los tipos de luz: incandescente y fluorescente. Los bombillos incandescentes son los más comunes, ya que emiten una luz ligeramente amarillenta y cálida.Poseen un filamento de wolframio que se ilumina al calentarse (2.000 C) y conductores por donde pasa la electricidad hacia el filamento, funcionando también como su soporte. La principal ventaja de este tipo de bombillo es que reproduce muy bien todos los colores, enciende instantáneamente y tiene un bajo precio de compra.¿Su desventaja? Emite bastante calor, su rendimiento energético no es eficiente, aprovechando solo el cinco por ciento de la energía que consume; tiene una corta vida.

Los bombillos incandescentes reflectores poseen un baño plateado para evitar que la luz se propague en una determinada dirección. La superficie reflectora en la parte frontal impide que esta salga por esa zona, evitando el deslumbramiento producido por la luz directa. Cuando la superficie reflectora está en la parte lateral del cuerpo del bombillo, ella sale por la parte frontal logrando una luz de tipo directa y focal.

Los bombillos halógenos son lámparas incandescentes pero con filamento de wolframio que se calienta a mayor temperatura. Suelen ser usados como luces ambientales y son ideales con reguladores de potencia. Emiten una luz blanca y focalizada por lo que también se las emplea para iluminar objetos. En el interior de la ampolla contienen una atmósfera formada por gas noble y halógeno. Estos bombillos son de tamaño pequeño, tienen una alta capacidad de iluminación y un relativo bajo consumo pero generan mucho calor. Emiten una luz intensa por lo que es conveniente que se mantengan lejos de los ojos.

Los tubos fluorescentes emiten una luz muy blanca y radiante. Consumen mucha energía solo al encenderse. Crean una descarga de gases dentro de un tubo que emite radiación ultravioleta de baja intensidad; esta radiación impacta sobre un revestimiento de fósforo haciendo visible la luz ultravioleta. Su principal ventaja es el bajo consumo de electricidad y larga duración. Es una luz muy fría, no recomendable para zonas de ocio o descanso.

Las lámparas fluorescentes compactas o de bajo consumo son similares a los tubos fluorescentes, pero de tamaño parecido a una lámpara clásica. Tienen una alta duración y eficiencia lumínica, de muy bajo consumo, 11 vatios iluminan lo mismo que una incandescente de 60. Su principal desventaja es que consumen mucha energía al encenderse, la frecuencia reduce su vida útil, su precio es costoso, pero su bajo consumo y alta durabilidad suelen compensar su compra.
Una luz para cada ambiente
Los tubos fluorescentes son indicados para aquellos sitios de la casa donde la luz permanece largos períodos encendida tales como la cocina o algún pasillo de la casa.

Las lámparas halógenas principalmente se usan como luces ambientales y van generalmente empotradas en el techo. Ofrecen una luz blanca, pura y también generan, mucho calor, por lo que debe elegirse, cuidadosamente, donde colocarlas.

Los bombillos incandescentes reflectores evitan el deslumbramiento y se utilizan en spots para conseguir una iluminación directa sobre algún objeto o sector del hogar.

Las luces fluorescentes compactas -o de bajo consumo- se recomiendan para lugares donde van a estar encendidas largas horas: oficinas, pasillos, cocina o el salón, ya que consumen mucha energía; proporcionan luz fría y blanca.

Los bombillos incandescentes -aunque no son muy eficientes en el uso de energía- son convenientes para aquellas lámparas que se encienden y apagan varias veces al día.

En la actualidad el uso de los bombillos fluorescentes marca pauta en cuanto al tema de ahorro eléctrico, por eso generalmente deben escogerse con atención. 



Detalles importantes
Duración de los bombillos en horas:

Bombillos incandescentes
1.000 horas
Bombillos halógenos
3.000 horas
Tubos fluorescentes
8.000 horas
Lámparas fluorescentes compactas
7.500 horas
Fuente: http://www.estampas.com/hogar-y-estilo/121104/iluminar-con-arte-y-buen-gusto

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