* Usar el color de base incorrecto y parecer que llevas una máscara puesta.
* Llevar unos lentes rotos pero “arreglados” con un pedacito de teipe.
* Hacer mercado en pijama.
* Usar ropa manchada (si era tu pieza favorita, lo siento, pero debes botarla).
* Delinearse la boca con un lápiz oscuro y usar un labial claro.
* Las mujeres con el cabello súper sucio y que se ponen una bandana “para disimular”.
* Cholas con medias.
* Los hombres que se ponen shorts y mocasines ¡con medias!
* Ropa y carteras con fotos familiares (casi siempre pixeladas) impresas. Mejor lleva la foto en tu monedero o billetera.
* Hombres con camisas hawaianas.
* Las tiras de brassiere plásticas transparentes (existe el strapless).
* El Swarovski es sólo para joyas y lámparas, no para uñas acrílicas ni para incrustaciones (chimbas) en las tiras del brassiere.
* Usar gelatina con escarcha en el cabello (sobre todo cuando no eres una niña).
* Vía @juliettegf. Los maxi bolsos en una salida nocturna.
* Cualquier accesorio de Romero Britto (multiplícalo por mil si, además, es de imitación).
* Usar sombra blanca, no para iluminar el ojo, si no como sombra principal.
* Usar ropa interior negra cuando se lleva indumentaria blanca (y viceversa).
* Las uñas de los pies largas.
* Las botas blancas de patente (ok, las botas blancas en general).
Fuente: http://laeditorajoven.com/2012/10/16/crimendemoda-volumen-ii/
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