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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Los efectos de la deshidratación

Los efectos de la deshidratación en el rendimiento cognitivo han sido objeto de numerosos estudios. Con la idea de hacer un repaso del estado actual de tales investigaciones Ana Adan, profesora del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona, ha realizado el análisis "Rendimiento cognitivo e hidratación", publicado recientemente en la revista Journal of the American Colege of Nutritition.
En este documento se detalla cómo la falta de reposición de líquidos afecta en las actividades intelectuales, y la autora asegura que las tareas cuya ejecución requieren "habilidades atencionales, psicomotoras y de memoria inmediata, así como las evaluaciones de estado subjetivo", son las más perjudicadas por un estado de deshidratación.
Se insiste además que, en contra de la creencia general, esta carencia puede repercutir negativamente no sólo en las poblaciones más vulnerables (ancianos y niños), sino también en adultos jóvenes.
La deshidratación se define como un balance negativo de agua corporal cuando la excreción de líquidos excede al consumo, y se califica de severa si la pérdida de agua corporal es superior al cinco por ciento. En la población general, llegar a esta situación es raro, pero sí se puede alcanzar una deshidratación leve (pérdida de 1-2 por ciento de agua corporal) o moderada (pérdida del 2,5 por ciento). Así, un nivel de deshidratación superior al dos por ciento disminuye la capacidad de memoria a corto plazo tanto para la presentación de material verbal como numérico, en adultos jóvenes y en personas mayores.
¿Qué necesidades de hidratación existen, por tanto, antes de una tarea intelectual? El agua es la bebida de uso más universal y con su consumo se puede mantener un perfecto estado de hidratación si nuestra actividad es básicamente sedentaria. "Sin embargo, también debe considerarse la administración combinada con agua de otras bebidas que se conoce producen un mayor beneficio tanto a nivel físico como cognitivo cuando queremos preservar nuestro rendimiento mental de la deshidratación", explica la doctora Adan. Así, la composición de las bebidas deportivas comerciales permite conseguir una rápida absorción del agua y los electrolitos y su contenido en carbohidratos -entre el 6-8 por ciento- aumentan los niveles de glucosa en el organismo, lo cual resulta esencial para el adecuado rendimiento físico y cognitivo".
El estudio de las relaciones entre hidratación y rendimiento cognitivo es un área de trabajo incipiente. Cuidar el estado de hidratación del organismo, incluso sin percibir la alarma de sed, es clave, ya que de ello depende, en buena parte, nuestro estado general y de rendimiento físico e intelectual, aún cuando nos hallemos en situaciones sedentarias y óptimas condiciones climáticas.

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