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jueves, 1 de noviembre de 2012

EMBARAZO COMPARTIDO: MITAD MAMÁ Y MITAD PAPÁ


EMBARAZO COMPARTIDO
Recuerdo el día que le dije a mi esposo que iba a ser papá, él estaba feliz de la emoción, y aunque nos tomó por sorpresa, gritaba por la ventana del auto ¡voy a ser papá! ¡voy a ser papá!
Desde el primer día comencé a investigar sobre esto que era nuevo para mí y cual fue mi sorpresa al ver que él también lo hacía, se compró un libro para ayudarme en el embarazo, buscaba en internet, iba a todas las consultas médicas, y asistía conmigo al curso prenatal, creo que participaba más que yo en los juegos y conversaciones que hacíamos en el curso, la verdad estoy muy agradecida por esto, ya que sé que un papá que se involucra en el transcurso del embarazo y el parto también lo hará cuando nazca el bebé.
El embarazo y luego la paternidad debe ser un proceso compartido, como padre puedes aportar mucho en esta vivencia, involúcrate desde el momento de la noticia, asiste a las consultas médicas y a la preparación prenatal, aprenderás muchas cosas sobre lo que le pasa a tu mujer y entenderás algunas reacciones o comportamientos que te resulten ajenos e incomprensibles. Practica algún ejercicio suave con tu esposa, caminar o nadar, si fumas trata de dejarlo o al menos hazlo fuera de la casa. Interven en la compra de las cosas del bebé y en la decoración de la habitación, adquiere nuevas responsabilidades en las labores del hogar, desarrolla tus habilidades como cocinero, mejor amigo, hombre paciente.
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Definitivamente el alumbramiento le toca a la mujer, pero si es posible estar con tu pareja, el parto será una experiencia de dos. La compañía de un esposo dedicado es insustituible durante la labor de parto, en esas primeras horas puedes distraerla, pasarle hielo por los labios, ponerle música, consentirla o simplemente decirle: mi amor, vamos que tú puedes...
Cuando las contracciones se hacen más seguidas y molestas, eres la persona ideal para tomarla de la mano, sujetarle el cuello, darle masajitos en la parte baja de la espalda.
Realiza todo lo aprendido en el curso prenatal en el momento del parto, respira con ella, aléjate cuando te lo pida, utiliza tu intuición masculina para saber que es lo que necesita en ese momento y bríndale tu apoyo.
El papá también es el encargado de tomar las fotos, de correr a buscar a la enfermera si pasa algo, es una extensión de mamá, pero sin dolores.
Hombre, esposo, papá, aprende a llorar, a reír, a respetar y a ser el mejor apoyo de tu esposa, ella lo agradecerá.
Son cuarenta semanas que te van a dar la mejor recompensa del mundo una familia feliz, porque vas a ser papá y yo voy a ser mamá.

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