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jueves, 22 de noviembre de 2012

Logra unos brazos sin flacidez



A pesar de que la flacidez de los brazos puede ser algo meramente estético, su aspecto caído resulta molesto, ya que es una de las zonas que rápidamente delatan la edad. La pérdida de elasticidad se debe a la disminución de las fibras de colágeno y elastina, esto como parte del ciclo de la vida; pero, además, si la persona es joven y bajó considerablemente de peso, su piel queda flácida y sin tono muscular.

A pesar de que todo el brazo se ve comprometido, uno de los puntos álgidos es la cara interna de los mismos, formada por los tríceps, y que se suelen trabajar muy poco de forma natural con los movimientos que se realizan cotidianamente. Al contrario, los bíceps constituyen el grupo muscular que normalmente se ejercita, junto con aquellos que rodean la articulación de muñecas, codo y hombro.
Por eso, para evitar el efecto "alas de murciélagos", lo más efectivo es realizar ejercicios específicos de tonificación durante 15 o 20 minutos diarios.
Estas rutinas se deben efectuar con algo de resistencia: unas pesas de al menos medio kilo, gomas elásticas o pelotas. Pero lo más importante es la constancia.
Hay una variedad de posibilidades para reforzar los tríceps a través del entrenamiento. La experta en fitness Cristina Mérida (Saber Vivir, 132, 2011), ofrece un conjunto de ejercicios sencillos, adecuados para realizar en el hogar (la sugerencia para los principiantes es hacer las rutinas inicialmente sin peso, e irlo incorporando poco a poco. Una serie puede estar compuesta de ocho a diez repeticiones, con 30 segundos de descanso y 500 gramos de peso).
Acuéstese boca abajo con las palmas de las manos al costado de los hombros, apoyadas contra el piso. Los dedos apuntando hacia el frente. Codos pegados al lateral del cuerpo. Espalda recta. Las rodillas permanecen todo el tiempo en contacto con el suelo. Extienda los brazos sin despegar los codos del costado del cuerpo, elevando de este modo el tronco.
Apoye la mano y la pierna izquierda sobre un banco, mientras sostiene, con la mano derecha, una mancuerna de un kilo. Lleve el peso hacia atrás con el brazo bien estirado y regrese hasta hacer una flexión. Repita la operación hacia el otro lado.
De pie, adelante la pierna izquierda y apóyese con la mano izquierda sobre el muslo. Con el brazo derecho sostenga una pesa (o una botella de agua) y llévela hacia atrás de forma que el codo quede alineado con el hombro. Doble y estire el brazo hacia atrás.
Sentada en una silla, con la espalda bien apoyada en el respaldo, suba el brazo derecho por encima de la cabeza y doble a la altura del codo dejando que la mano quede casi sobre el hombro. Con la mano izquierda sujétese ligeramente el codo, estire del todo el brazo derecho y vuelva a doblarlo hasta que la mano vuelva a quedar a la altura del hombro.
Pase una toalla o una goma elástica por detrás de su espalda, sujetando un extremo con la mano izquierda a la altura de los glúteos y el otro con la mano derecha por detrás del hombro derecho, estire al máximo el brazo derecho y después vuelva a aflojar la tensión. Procure que los movimientos sean continuos y rítmicos.
Estos ejercicios demandan un gran esfuerzo de los tríceps, produciendo una gran actividad muscular que permite lograr tonicidad y reducir flacidez si se efectúan con regularidad.
Reafirmar con cremas
Para lucir unos brazos firmes y bien torneados la recomendación de los expertos, además de ser constante en el ejercicio, es utilizar la cosmética necesaria para mantener muy cuidada la piel de esta zona. Hidratantes, exfoliantes, reafirmantes, anticelulíticas y aceite para masaje conforman el conjunto de cremas que van a pelear contra la deshidratación, impurezas, falta de tonicidad y celulitis. Estos productos, utilizados con disciplina, ayudan a mantener la epidermis suave, elástica y firme.
Emplee durante la limpieza diaria un guante de crin para eliminar las asperezas y las desagradables espinillas; insista en la zona de los codos, donde la piel se muestra más áspera y reseca. También puede aplicar una crema exfoliante para retirar las células muertas. Esta loción se aplica masajeando con movimientos circulares las áreas más duras durante unos cinco minutos. Después se aclara con agua tibia.
Al terminar la ducha, un buen chorro de agua fría tonifica y fortalece la piel de todo el cuerpo.
Luego, para lograr que los brazos adquieran los nutrientes que necesitan y comiencen a regenerarse, hay que aplicar una buena crema hidratante, con énfasis en las zonas más secas.
Un refuerzo sorprendente
Una buena forma de acelerar los resultados es combinar ejercicios y cremas con tratamientos estéticos. En el mercado hay varios tipos y con excelentes resultados; se pueden solicitar en los principales spas y centros de estética de la ciudad. Algunos de ellos:
Carboxiterapia
Consiste en el uso de anhídrido carbó-nico (CO2) con fines terapéuticos, aplicado por vía subcutánea. Es una de las mejores terapias para combatir la celulitis, exceso de grasa, flacidez y el envejecimiento.
Radiofrecuencia
Procedimiento no invasivo que reafirma y renueva el colágeno de la epidermis; calienta de forma segura la capa intermedia de la piel y la red de colágeno de la capa interna, causando un ajuste de firmeza además de mejorar tono y textura.
Drenaje linfático
Técnica de masaje circulatorio, muy suave, que activa la conducción linfática, favoreciendo el metabolismo y eliminando toxinas.
Nutrición saludable y hábitos adecuados
Es imposible tener unos brazos torneados mientras la grasa siga haciendo de las suyas. Por eso, la mejor forma para controlarla es a través de la alimentación. Comer sano no implica comer menos o mal; tiene que ver más bien con combinar los alimentos (carbohidratos, proteínas y grasas) de manera balanceada, en raciones moderadas y ajustados a un horario establecido, sin saltarse las comidas. Si la guerra es contra la grasa, queda entendido que las frituras, las harinas y los azúcares procesados deben ser minimizados en la dieta cotidiana.
Así que para evitar ese efecto indeseable, es importante el consumo de carne, pescado, lácteos, huevos, frutas y vegetales. Esos alimentos contienen los aminoácidos indispensables para mantener el colágeno y la elastina, fibras responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.
También es prioritario mantener un peso correcto, ya que los cambios bruscos son uno de los principales motivos de flacidez.
Por otra parte, conviene limitar la exposición de los brazos al sol, especialmente sin protección (no solo en la playa). Tampoco conviene el calor excesivo de las saunas o las duchas muy calientes. Y recuerde que las toxinas del cigarrillo y el alcohol perjudican la piel.
Como siempre, nada es milagroso, ejercicios, cremas y dietas pueden ser efectivos siempre y cuando se tenga una rutina regular que permita ganar y mantener la tonicidad en los brazos, problema que tanto afecta a las mujeres.
Fuente: ElSiglo

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