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viernes, 2 de noviembre de 2012

COMPLICACIONES DE LA TROMBOSIS VENOSA


Depende una vez más si se afectan las venas profundas o superficiales.

Trombosis de las venas superficiales

Es muy frecuente que se desarrollen complicaciones, entre éstas, las que se producen en un mayor número de casos son las alteraciones cutáneas como dermatitis, pigmentación, etcétera. Otras más graves son la aparición de úlceras en el tobillo o sangrados subcutáneos.

Trombosis de las venas profundas

Puede desencadenar dos complicaciones más graves que las ocasionadas por trombosis de las venas superficiales:
  • Insuficiencia venosa crónica: al producirse la trombosis y estancamiento de la sangre, la presión interna de las venas aumenta y se lesionan de manera permanente, de forma que las válvulas se hacen inútiles. Es causa de edema de las piernas, que aumenta al hacer ejercicio, y de dolor crónico. Además, favorece el daño a las venas superficiales y aparecen las complicaciones cutáneas ya descritas.
  • Tromboembolismo pulmonar (TEP): una complicación que constituye una emergencia médica por su alta mortalidad. El 90% de los TEP son consecuencia de una trombosis venosa profunda. Ocurre cuando un trombo del sistema venoso profundo (en ocasiones superficial si la trombosis es muy cercana a la ingle) se libera al flujo venoso, llega al corazón, y ahí es impulsado a los pulmones provocando la interrupción del flujo sanguíneo en mayor o menor medida.
TRATAMIENTO:

Trombosis de las venas superficiales

Normalmente es suficiente con medidas higiénicas (elevar las piernas, cambios en la postura y ejercicio físico). Si la trombosis es frecuente o se acompaña de varices, puede plantearse la cirugía, ligaduras, o escleroterapia (sólo útil en pequeñas venas). Las trombosis superficiales a nivel del muslo pueden conllevar riesgo de TEP, y a veces se plantea tratarlas como una trombosis profunda.

Trombosis venosa profunda

Se debe ingresar al paciente para que mantenga reposo en cama y la pierna elevada. De forma inmediata hay que comenzar con tratamiento anticoagulante con heparina y después con fármacos dicumarínicos (como el Sintrom ®), que durará unos meses o para toda la vida según las características del caso. En raras ocasiones se plantea implantar un filtro en la vena cava (que sirve de paso entre las venas de las piernas y el corazón) para que los trombos no puedan llegar a los pulmones.

Prevención de la trombosis venosa

En primer lugar, hay que evitar todos los factores de riesgo nocivos asociados a la trombosis venosa. Lo ideal es dejar de fumar, realizar ejercicio físico moderado con frecuencia (al menos 30 minutos todos los días) y mantener un peso adecuado.
En segundo lugar, hay que tomar medidas extraordinarias en situaciones especiales. Un ejemplo de ello es prevenir el síndrome de la clase turista, un trastorno que consiste en que durante un viaje de larga duración (vuelo transatlántico) se produce estasis venoso en la pierna.
Hay grupos de riesgo claramente establecidos (recién operados, rotura de cadera, hipercoagulabilidad congénita…) los cuales deben recibir tratamiento anticoagulante aunque no hayan tenido nunca ningún episodio de trombosis venosa.

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