Normalmente nadamos unos minutos para quitarnos el frío inicial, y
ocasionalmente nos planteamos el reto de llegar nadando a la boya. La más
cercana, obviamente.
Pero la natación, como deporte, es cada vez más popular en las ciudades debido,
sobre todo, a la proliferación de piscinas climatizadas así como a la
consciencia en la población de las virtudes de este deporte, las cuales te
detallamos a continuación.
"Nadar es uno de
los pocos ejercicios físicos que benefician al cuerpo globalmente ya que
potencia la fuerza, la resistencia y la flexibilidad al mismo tiempo"
¿Por qué es bueno nadar?
Nadar es
uno de los pocos ejercicios físicos que benefician al cuerpo globalmente ya que
potencia la fuerza, la resistencia y la flexibilidad al mismo tiempo. Tiene todos los beneficios cardiovasculares de correr, a la vez que algunos de
los beneficios musculares del ejercicio de pesas y otros de los efectos potenciadores
de la resistencia física vinculados a las clases de danza o aerobic.
La natación utiliza la mayoría de los grupos musculares y es un exigente
ejercicio físico que ayuda a mantener el corazón y los pulmones saludables. Nadar también ayuda a mantener flexibles las articulaciones, especialmente el
cuello, los hombros, y la pelvis. Los grupos musculares que particularmente se
utilizan al nadar varían según el movimiento que se escoja. Sin embargo, practicar las variedades de nado a espalda, crowl y braza
involucrará a un mayor número de músculos: abdominales, bíceps y tríceps,
glúteos, poplíteos, y cuadriceps.
Al nadar
incrementas el nivel de actividad física y así aumentas la cantidad de energía
que quemas, lo que hace de este deporte un componente ideal para cualquier
programa de control de peso.
Tu médico o el personal de tu piscina podrán ayudarte en tu objetivo de acabar
con los kilos sobrantes. Con respecto a las personas mayores, aparte de mantener la fuerza física, la
natación tiene como beneficios la mejora de la coordinación motora y la
reducción del riesgo de sufrir caídas y roturas de caderas. Además, hay evidencias de que el ejercicio físico es un factor protector contra
el cáncer de colon, y ayuda a los mayores a conservar más su capacidad para
pensar con lucidez.
Nadar es mejor para tu cuerpo que otros
deportes
Nadar resulta generalmente mejor para tu cuerpo que los ejercicios de tierra
porque tu capacidad natural de flotar en el agua ayuda a evitar los inevitables
golpes que pueden provocar lesiones.
En el agua, el peso de una persona es aproximadamente el 10% de su peso normal,
y el margen de movilidad es mucho mayor, sobre todo para las personas que más
necesitan ponerse en forma y tienen limitada su movilidad ya que el agua soporta
el peso de los miembros. Por lo tanto, es una buena elección para los que quieren hacer ejercicio, y
pudieran tener problemas con la práctica de ejercicios en tierra. Por ejemplo,
nadar puede ser ideal para embarazadas, para aquellos que sufren artritis, o
para los que padecen problemas de espalda y de peso. Por otro lado, las personas con afecciones pulmonares como el asma, al ser el
ambiente de una piscina normalmente muy húmedo, respiran más fácilmente.
Hay que añadir a todo ello, los beneficios para la salud mental que produce.
Nadar relaja de las tensiones diarias, disminuye el aumento de tono muscular
producido por el estrés, genera estados de ánimo positivos y ayuda a dejar
momentáneamente “en blanco” la mente y asilarnos de los problemas.
¿Quién puede nadar?
Nadar es una actividad que puede ser practicada por personas de cualquier edad
y con cualquier grado de forma física. Por lo tanto, es accesible para
cualquiera.
Desde la persona sedentaria que realiza sus primeros "pinitos"
acuáticos al nadador de competición que se entrena para una prueba, nadar es un
ejercicio físico que cualquiera puede desarrollar a su propio nivel.
Cada cuerpo, según su constitución y el nivel de esfuerzo, tendrá una
determinada velocidad de nado. De ahí que, ser capaz de nadar más rápido
implica una mejora de la forma física, lo que no conlleva en absoluto la
preocupación de ser más veloz que el resto de los nadadores de la piscina.
Lo que importa es desarrollar la velocidad propia y la capacidad de aguantar
nadando durante un razonable período de tiempo.
Por otro lado, no necesitas gran cosa para ir a nadar. Un bañador cómodo y un
par de gafas es todo lo que necesitas si nadas en una piscina tratada con
cloro. Una plancha de corcho/plástico puede permitirte hacer diversos
ejercicios de brazos y piernas. En la mayoría de las piscinas suelen
proporcionarla.
Fuente: Sanitas.es Redactado por BUPA.COM y adaptado por www.sanitas.es bajo la supervisión médica del Dr. Ignacio Orive
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