Su origen no está del todo claro, aunque muchas son la teorías que apuntan a los antiguos conventos como ‘cuna’ de las ricas natillas, uno de los postres más populares y tradicionales de la cocina europea.
¿Y a qué se debe su éxito?: una forma de elaboración sencilla; su reducido coste económico, así como su riqueza alimenticia (donde los huevos, la leche y el azúcar son ingredientes principales). Todo ello sumado a que… ¡resultan deliciosas! Aquí debajo te proponemos la receta clásica así como otros postres en los que igualmente se puede disfrutar de su rico sabor.
Natillas con islas flotantes
Ingredientes:
Para las natillas:
1 l de leche
canela en rama
1 vaina de vainilla
1 l de yemas de huevo
200 g de azúcar
corteza de naranja o de limón
Para las islas de merengue:
200 g de claras de huevo
300 g de azúcar
Preparación:
Para hacer las natillas
Hervir la leche con la canela, la vainilla y la corteza de limón. Por otro lado, mezclar bien el azúcar con las yemas y añadir, poco a poco, y sin dejar de mover con unas varillas la leche.
Poner al baño maría hasta que las natillas espesen (estarán en su punto cuando napen una cuchara de madera).
Retirarlas del fuego, colarlas y dejar que se enfríen antes de servirlas con las islas flotantes.
Para hacer el merengue
Calentar las claras con el azúcar removiendo constantemente hasta que se disuelva. Montar las claras y cuando estén bien duras, hacer montones de merengue (del tamaño de una pelota de tenis) sobre un plato. Meter en el microondas durante 20-30 segundos.
Nota: las islas de merengue se pueden cocer también en leche con unas hojitas de menta.
Natilla clásica
Ingredientes:
Un litro de leche
8 yemas de huevo
200 gramos de azúcar
una vainilla en rama
un palo de canela
25 gramos de maicena
la cáscara de un limón
Preparación:
Ponemos a hervir la leche y añadimos el palo de canela, la cáscara de limón y la vainilla, previamente rascadas y sacadas las semillas con la ayuda de una puntilla. Mezclamos las yemas, el azúcar y la maicena; agitamos enérgicamente y vamos añadiendo la leche, moviendo rápido para que no cuajen las yemas. Ponemos un puchero con agua a calentar y nos disponemos a hacer las natillas al baño de María: así quedarán muy cremosas. Vamos agitando con una cuchara de madera, moviendo sin parar. Cuando casi estén cuajadas las natillas, les hacemos la prueba de la cuchara de madera: metemos y sacamos la cuchara de las natillas, pasamos un dedo y, si se queda la marca, podemos retirarlas ya. Si tuviéramos termómetro, sería a 85º C.
ACABADO DEL PLATO
Colamos las natillas y las pasamos a los cuencos individuales. Dejamos enfriar primero a temperatura ambiente y luego en la nevera. Las servimos muy frías y espolvoreamos canela molida por encima. Por supuesto, también se pueden acompañar con galletas, bizcochos de soletilla...
Natillas con fresas del bosque y helado de albaricoque
Ingredientes:
Para las natillas:
750 g de leche
1 rama de canela
½ vaina de vainilla
45 g de azúcar
6 yemas de huevo
1 huevo
Para las fresillas:
200 g de fresillas de bosque
5 g de azúcar
100 ml de zumo de naranja natural
Preparación:
Hervir la leche junto con la canela y la vainilla. Añadir directamente sobre los huevos batidos con el azúcar. Poner al fuego de nuevo, dejando que vuelva a hervir un poquito hasta que cuajen los huevos y tenga textura de natillas. Echar en una olla las fresas con el azúcar y el zumo. Dejar hervir 5 minutos a fuego lento. Poner las natillas con las fresas, acompañado de helado; el de albaricoque le va bien.
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