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viernes, 2 de noviembre de 2012

Intoxicaciones Alimentarias más Comunes


Hay muchas enfermedades originadas por el consumo de alimentos pero, de todas ellas, las producidas porSalmonella, estafilococos, Clostridium perfringens, Escherichia coli y Clostridium botulinum son las más importantes. Las cuatro primeras, por su frecuencia, y la última, por la gravedad de la enfermedad que causa: el botulismo.
La salmonelosis
La salmonelosis es una de las toxiinfecciones que se producen con mayor frecuencia durante la época estival, y una de las de mayor importancia en todo el mundo; está provocada en la mayoría de los casos por la bacteria Salmonella enteriditis. Cuando se ingiere una cantidad suficiente de la bacteria (que dependerá del tipo de salmonella y la virulencia de la cepa, del estado de salud y la resistencia de la persona afectada, o del número de microorganismos presentes en el alimento contaminado), se reproduce en el organismo, originando una infección que se acompaña de náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea o fiebre; se trata del denominado síndrome gastroentérico febril, cuyos síntomas aparecen unas horas después de la ingestión, y que a menudo precisa que el paciente sea  hospitalizado. La diarrea tiene un color verde esmeralda, debido a que no se metabolizan los ácidos biliares.
El botulismo
El botulismo es una intoxicación originada por la toxina botulínica, que es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. El botulismo humano es una enfermedad grave, aunque poco frecuente. La bacteria con frecuencia se encuentra en la tierra y en aguas no potables, en forma de esporas resistentes al calor, que son capaces de sobrevivir en los alimentos mal conservados, generando la toxina. La enfermedad cursa con un período de incubación de 18-36 horas, según la cantidad de toxina ingerida. Comienza con síntomas gastrointestinales (vómitos, diarreas...) sin fiebre, posteriormente se presentan los síntomas neurológicos, debilidad motora en las extremidades y musculatura respiratoria y, finalmente, parálisis y muerte. La incidencia de botulismo es baja, pero su tasa de mortalidad es alta si no se aplica un tratamiento inmediato y adecuado, ya que la enfermedad puede ser mortal entre el 5 y el 10% de los casos.
Enteritis por E. coli.
Es una inflamación del intestino delgado producida por la bacteria Escherichia coli. Otros nombres alternativos que se emplean son diarrea del viajero, diarrea por E. coli, y enfermedad de la hamburguesa. La enteritis es un tipo de gastroenteritis bacteriana, que normalmente está originada por ingerir sustancias que contienen bacterias o virus, que se establecen en el intestino delgado y lo inflaman, provocando una serie de síntomas característicos como dolor abdominal, diarrea y fiebre, con la consiguiente deshidratación. El período de incubación (el tiempo que precisa el germen para causar la enfermedad) es de 24-72 horas. En los adultos, la infección normalmente no es grave, pero en los niños y bebés, generalmente se requiere hospitalización y en algunos casos es potencialmente mortal.
La incidencia de toxiinfecciones alimentarias en los países desarrollados, a diferencia de lo que se pueda pensar, se ha incrementado, a consecuencia de la adopción de unos hábitos de vida que favorecen la aparición de este tipo de afecciones. Un ejemplo muy habitual consiste en la tendencia a consumir alimentos preparados. Si se produce alguna contaminación durante la elaboración de estos platos, afectará a un gran número de personas. Por otra parte, los consumidores demandan que estos alimentos preparados contengan pocos aditivos, que son sustancias que podrían evitar la presencia de microorganismos en los alimentos de una manera eficaz. La frecuencia con la que se realizan comidas fuera de casa, junto con el consumo de carnes y pescados poco cocinados, elevan la prevalencia de las toxiinfecciones alimentarias. La mayoría se caracterizan por la aparición de síntomas gastrointestinales, de mayor o menor severidad, que pocas veces causan la muerte, excepto en los grupos de alto riesgo, como son las mujeres embarazadas, los niños, los ancianos y cualquier persona con un sistema inmunitario deficiente.

INTOXICACIONES ALIMENTARIAS


La intoxicación alimentaria puede afectar a una sola persona, pero es fácil que aparezca en forma de un brote que afecte a un grupo de personas que consumieron el mismo alimento contaminado. Frecuentemente, el alimento se contamina debido a una manipulación incorrecta del mismo, que puede suceder durante el proceso industrial, pero también mientras se prepara y cocina en el hogar,  o locales de hostelería como bares, restaurantes, etcétera.  
Este tipo de intoxicaciones suelen producirse durante las vacaciones, en las excursiones al campo o a la playa, en las cafeterías de las escuelas y, en general,  durante la celebración de grandes eventos sociales, debido a que son situaciones en las cuales se pueden dejar alimentos sin refrigerar durante períodos de tiempo prolongado, o en las que  las técnicas de preparación de estos no guardan una higiene adecuada. Estas intoxicaciones a menudo ocurren por el consumo de carnes mal cocidas, productos lácteos, alimentos que contienen mayonesa, o salsas y huevos, que han permanecido al aire libre durante mucho tiempo.
Los niños y las personas de edad avanzada corren un mayor riesgo de intoxicación por alimentos. También presentan alto riesgo aquellas personas que sufran una afección médica seria, como una enfermedad renal o diabetes, o tengan el sistema inmunitario debilitado, o en el caso de que viajen a áreas en donde hay más exposic ión a los organismos que causan dicha intoxicación. Igualmente es preciso tomar precauciones en el caso de las mujeres embarazadas y los lactantes.

Tipos de intoxicaciones alimentarias

En el campo de la microbiología de los alimentos, se denominan en conjunto  toxiinfecciones alimentarias (es decir, las intoxicaciones y las infecciones juntas). Se describen como enfermedades causadas por microorganismos patógenos, que se producen poco después de haber consumido un alimento o una bebida no aptos para el consumo.
El origen del cuadro puede estar en la ingestión de un alimento contaminado con microorganismos, que se multiplican y dan lugar a la enfermedad (infección), el consumo de un alimento contaminado por toxinas que se han producido por una proliferación de microorganismos en el sustrato (intoxicación), o bien una combinación de ambas cosas (toxiinfección).

Causas de las intoxicaciones alimenticias

La intoxicación alimentaria puede ser causada, entre otros, por:
  • Staphylococcus aureus
  • E. coli (enteritis)
  • Salmonella
  • Shigella
  • Campylobacter
  • Clostridium botulinum (botulismo)
  • Vibrio cholerae (cólera)
  • Hongos
  • Listeria
  • Bacillus cereus
  • Anisakis simples
  • Yersinia

Síntomas generales

Los períodos de incubación son diferentes en cada caso de intoxicación alimentaria. Algunas causas provocan la aparición de los síntomas en menos de 30 minutos o en varias horas, pero en la mayoría de los casos aparecen a las 12-48 horas. Otros tipos tardan entre varios días y una semana en presentar los síntomas.
Generalmente la sintomatología permanece entre 1 y 3 días, pero puede prolongarse hasta una semana, dependiendo del tipo de microorganismo, de la gravedad de la infección, y del estado general de salud del paciente. La mayoría se recupera en el plazo de una semana.
Los síntomas pueden ser, entre otros:
  • Molestia abdominal vaga, o dolor abdominal
  • Náuseas, vómitos y/o diarrea
  • Pérdida del apetito y pérdida de peso.

COMPLICACIONES DE LA TROMBOSIS VENOSA


Depende una vez más si se afectan las venas profundas o superficiales.

Trombosis de las venas superficiales

Es muy frecuente que se desarrollen complicaciones, entre éstas, las que se producen en un mayor número de casos son las alteraciones cutáneas como dermatitis, pigmentación, etcétera. Otras más graves son la aparición de úlceras en el tobillo o sangrados subcutáneos.

Trombosis de las venas profundas

Puede desencadenar dos complicaciones más graves que las ocasionadas por trombosis de las venas superficiales:
  • Insuficiencia venosa crónica: al producirse la trombosis y estancamiento de la sangre, la presión interna de las venas aumenta y se lesionan de manera permanente, de forma que las válvulas se hacen inútiles. Es causa de edema de las piernas, que aumenta al hacer ejercicio, y de dolor crónico. Además, favorece el daño a las venas superficiales y aparecen las complicaciones cutáneas ya descritas.
  • Tromboembolismo pulmonar (TEP): una complicación que constituye una emergencia médica por su alta mortalidad. El 90% de los TEP son consecuencia de una trombosis venosa profunda. Ocurre cuando un trombo del sistema venoso profundo (en ocasiones superficial si la trombosis es muy cercana a la ingle) se libera al flujo venoso, llega al corazón, y ahí es impulsado a los pulmones provocando la interrupción del flujo sanguíneo en mayor o menor medida.
TRATAMIENTO:

Trombosis de las venas superficiales

Normalmente es suficiente con medidas higiénicas (elevar las piernas, cambios en la postura y ejercicio físico). Si la trombosis es frecuente o se acompaña de varices, puede plantearse la cirugía, ligaduras, o escleroterapia (sólo útil en pequeñas venas). Las trombosis superficiales a nivel del muslo pueden conllevar riesgo de TEP, y a veces se plantea tratarlas como una trombosis profunda.

Trombosis venosa profunda

Se debe ingresar al paciente para que mantenga reposo en cama y la pierna elevada. De forma inmediata hay que comenzar con tratamiento anticoagulante con heparina y después con fármacos dicumarínicos (como el Sintrom ®), que durará unos meses o para toda la vida según las características del caso. En raras ocasiones se plantea implantar un filtro en la vena cava (que sirve de paso entre las venas de las piernas y el corazón) para que los trombos no puedan llegar a los pulmones.

Prevención de la trombosis venosa

En primer lugar, hay que evitar todos los factores de riesgo nocivos asociados a la trombosis venosa. Lo ideal es dejar de fumar, realizar ejercicio físico moderado con frecuencia (al menos 30 minutos todos los días) y mantener un peso adecuado.
En segundo lugar, hay que tomar medidas extraordinarias en situaciones especiales. Un ejemplo de ello es prevenir el síndrome de la clase turista, un trastorno que consiste en que durante un viaje de larga duración (vuelo transatlántico) se produce estasis venoso en la pierna.
Hay grupos de riesgo claramente establecidos (recién operados, rotura de cadera, hipercoagulabilidad congénita…) los cuales deben recibir tratamiento anticoagulante aunque no hayan tenido nunca ningún episodio de trombosis venosa.

Conoce a la Trombosis Venosa


La sangre en nuestro cuerpo se encuentra en estado líquido para poder así circular a través de arterias y venas; tan sólo se coagula cuando es necesario cortar el flujo sanguíneo (por una herida, por ejemplo). Para que esto suceda hay una serie de elementos anticoagulativos y procoagulativos disueltos en la sangre, que se encuentran en equilibrio. Sin embargo, este mecanismo no siempre funciona correctamente y en ocasiones la sangre se coagula durante la circulación formando un trombo que impide la circulación sanguínea, y es entonces cuando se produce la trombosis venosa.
Los trombos pueden suceder tanto en las arterias como en las venas, pero es mucho más frecuente que se produzcan en los vasos venosos, especialmente en las venas de las piernas. Esto es así por varios motivos: en primer lugar, la sangre venosa recoge las sustancias de desecho de los órganos corporales y es pobre en oxígeno, lo que favorece que se active la coagulación; en segundo lugar, las venas de las piernas se encuentran en la parte más inferior del cuerpo y a la sangre le cuesta mucho ascender hacia el corazón, quedando a veces estancada, lo que facilita su coagulación.
Dentro de las venas de las piernas podemos diferenciar dos tipos: las venas profundas y las venas superficiales.
  • Las venas superficiales son las venas que están justo debajo de la piel y se pueden ver a simple vista como líneas azuladas. Se encargan de recoger los desechos de la piel y de la grasa subcutánea. Estas venas se comunican con las venas profundas por pequeños canales a lo largo de toda la pierna. Las  venas superficiales de las piernas más importantes son la safena interna y la safena externa.
  • Las venas profundas son las venas que se encuentras pegadas a los músculos de la pierna, justo al lado de las arterias principales. Estas venas recogen la sangre venosa de músculos y huesos de la pierna, siendo su función bastante más importante que la de las superficiales. Dentro de ellas hay válvulas que permiten el paso de la sangre hacia arriba y evitan que la sangre retroceda por la fuerza de la gravedad.
CAUSAS:

Hay varias causas por las que el equilibrio sanguíneo se puede descompensar y producirse la coagulación dentro de las venas. Las más importantes son:

Estasis venoso

O, lo que es lo mismo, estancamiento de la sangre en las venas de la pierna. Esto sucede con frecuencia cuando aparecen varices venosas en las piernas (dilataciones de las venas superficiales y mal funcionamiento de las válvulas venosas). También es frecuente, aún sin varices, en personas que no realizan ejercicio físico habitualmente y durante períodos largos de inmovilización (como ocurre en el síndrome de la clase turista).

Traumatismo

La rotura de huesos o ligamentos de las extremidades inferiores hace que la movilidad de las mismas esté muy limitada. Por ello es frecuente que tras una cirugía, o simplemente al colocar una escayola en la pierna, se comience un tratamiento anticoagulante. El traumatismo y cirugía que más predispone a sufrir una trombosis venosa es la de la cadera (muy frecuente en ancianos).

Cáncer

Algunos tipos de cáncer por sí mismos son capaces de aumentar la cantidad de sustancias procoagulantes en sangre, haciendo así frecuente la trombosis venosa en las piernas. A veces, el cáncer no es el responsable directo de esto, sino que se debe a los tratamientos oncológicos para combatirlo.

Infección

En una infección local las bacterias son capaces de activar las sustancias procoagulantes de la sangre, formando poco a poco trombos que terminan por interrumpir el flujo sanguíneo y perpetuar la infección. Estos casos se dan con más frecuencia en los brazos, al contrario que el resto de causas, ya que se asocia a infecciones provocadas por vías e inyecciones hospitalarias.

Deshidratación

La pérdida de agua corporal provoca que la sangre sea más densa de lo habitual, dificultando el flujo continuo en vasos pequeños y favoreciendo la coagulación.

Hipercoagulabilidad congénita

Se refiere a las personas que por herencia genética tienen una sangre más fácil de coagular de lo habitual. Las alteraciones congénitas más frecuentes son el déficit del factor V de Leiden y la presencia de anticuerpos anticardiolipina (en relación con el lupus). Estas personas necesitan someterse a tratamientos que impidan la coagulación excesiva de la sangre.

Tabaco

El hábito tabáquico es una causa muy extendida de trombosis venosa en nuestra sociedad. Los tóxicos inhalados en los pulmones al fumar pasan a la sangre y son capaces de activar la coagulación en las venas de las piernas.

Fármacos

Algunos medicamentos tienen cierta tendencia a facilitar la coagulación de la sangre. Algunos ejemplos son los diuréticos (porque pueden aumentar la pérdida de agua corporal) y también los anticonceptivos orales. Sin embargo, no hay que preocuparse de estos riesgos ya que los medicamentos recetados por su médico tienen una garantía de seguridad y beneficios que superan los riesgos con creces.

Insuficiencia cardíaca

Este mal funcionamiento del corazón hace que la sangre venosa no sea fácilmente recogida por éste y se estanque en diferentes órganos corporales (pulmones, hígado y piernas).

Embarazo

La mujer embarazada tiene de por sí un estado de hipercoagulabilidad natural que se desarrolla a lo largo del embarazo, con el objetivo de parar la hemorragia previsible durante el parto. Además de eso, el crecimiento del feto provoca una compresión de las venas de la pelvis haciendo que de ahí para abajo sea más difícil que la sangre venosa suba.

Obesidad

Lo habitual es que la obesidad se asocie a mayor sedentarismo y, por tanto, a estasis venoso. Además de eso, la obesidad supone una alteración endocrinológica que activa muchas sustancias inflamatorias y procoagulantes en la sangre, favoreciendo así la trombosis.

SÍNTOMAS:

Trombosis de venas superficiales

En este caso los signos y síntomas son muy visibles y la persona que la sufre se da cuenta en seguida (por la localización de las venas en la superficie). Suele notarse en la piel como un cordón duro y doloroso a lo largo del trayecto de la vena afectada. Lo habitual es que aparezca también enrojecimiento y calor en la zona.
Las personas que sufrían varices antes de la trombosis, notarán que las varices aumentan de tamaño y temperatura, y duelen. Esto puede suceder también al infectarse las varices (flebitis), y en cualquier caso hay que acudir al médico.

Trombosis de venas profundas

Puede pasar desapercibida hasta en la mitad de los casos, ya que provoca pocos o ningún síntoma en la piel. El síntoma más frecuente es dolor en la pantorrilla. También puede aparecer calor y enrojecimiento difuso en la pantorrilla con una gran tumefacción (la pierna aparece muy dura). En ocasiones el estancamiento venoso es tan grande que la pierna se vuelve azulada por exceso de sangre venosa (flegmasia cerulea dolens), o incluso pálida porque la sangre arterial llega con dificultad (flegmasia alba dolens).

Cómo se puede detectar

Hay algunas pruebas diagnósticas que se pueden realizar en todos los hospitales, e incluso en algún centro de salud. Aun así, lo más útil para detectar una trombosis venosa sigue siendo la sospecha clínica y la exploración por parte de un médico.
  • Eco-doppler: es la prueba más sencilla, más barata y más rápida para detectar trombos venosos, y, además, es muy eficaz. Consiste en realizar una ecografía que es capaz de detectar los flujos de sangre. Cuando no hay flujo porque un trombo corta el paso, se puede comprobar.
  • Resonancia magnética: nos permite realizar imágenes transversales de las piernas y observar si hay obstrucción de las venas. Es cara y tarda 20-30 minutos, por lo que no es la primera opción a elegir.
  • Venografía: consiste en insertar un catéter a través de las venas de las piernas e introducir un contraste radiológico que “dibuje” las venas en una radiografía. Aunque es muy eficaz, es una prueba agresiva y a día de hoy casi no se utiliza.

Tratamiento y Consejos para el Asma


El asma tiene dos tratamientos posibles: la prevención para evitar su aparición, y el control de los síntomas cuando la prevención fracasa y es inevitable que se desencadene una crisis, más o menos intensa.

Tratamientos del asma. Medidas no farmacológicas

El objetivo de estos tratamientos es evitar, en la medida de lo posible, las causas que producen o desencadenan la enfermedad.
  • Pólenes: los días de viento, secos y soleados, que es cuando hay una concentración mayor de polen, es mejor no salir, salvo que sea imprescindible, y en ese caso permanecer al aire libre el menor tiempo posible; evitar salir al campo y hacer ejercicio al aire libre, viajar con las ventanillas del coche cerradas y utilizar filtros antipolen en el aire acondicionado; usar gafas de sol con protección lateral para evitar el contacto del polen con los ojos; y ventilar la casa durante 15 minutos por las mañanas, para que el resto del día permanezca cerrada.
  • Ácaros del polvo: disminuir, siempre que sea posible, la humedad ambiental; evitar las alfombras, moquetas, cortinas, tapicerías, así como un exceso de objetos decorativos, ya que todos estos elementos acumulan polvo; escoger muebles que se limpien fácilmente con un paño húmedo; lavar la ropa de cama al menos dos veces por semana; utilizar aspirador controlando la limpieza de los filtros, y usar fundas antiácaros para el colchón y la almohada.
  • Hongos: no pasear por terrenos húmedos en otoño y en invierno tras la caída de la hoja, ventilar asiduamente las estancias oscuras y húmedas de la casa, eliminar las posibles manchas de humedad de las paredes, techos y  ventanas y utilizar pinturas anti-moho, evitar el exceso de plantas dentro de la vivienda y no visitar graneros, bodegas, sótanos, o lugares similares donde puedan prosperar estos organismos.
  • Animales: sacar al animal de la vivienda y realizar después una limpieza exhaustiva. Si esto no es posible, impedir que el animal entre en el dormitorio, y lavarlo una vez por semana. Existen, además, productos que disminuyen la “carga alérgica” mejorando así los síntomas.
  • Fármacos: alrededor del 10% de las personas con asma tienen intolerancia al ácido acetil salicílico (aspirina) y sus derivados, por lo que debe evitarse su ingestión.

Tratamiento médico del asma

Los dos grandes grupos de medicamentos indicados para el asma son los antiinflamatorios y los broncodilatadores.
  • Antiinflamatorios: los más utilizados son los corticoides (beclometasona, budesonida, fluticasona); disminuyen la inflamación de los bronquios. Existen formulaciones por vía inhalatoria o por vía oral o intravenosa en caso de reagudizaciones más graves. Otros medicamentos antiinflamatorios son las cromonas, que se utilizan por vía inhalada (cromoglicato y nedocromil sódico) y los antileucotrienos, que se toman en forma de pastillas (montelukast y zafirlukast).
  • Broncodilatadores: se utilizan agonistas beta 2 (salbutamol, terbutalina, salmeterol y formeterol), anticolinérgicos (bromuro de ipratropio) y metilxantinas, y su función consiste en aumentar el diámetro del bronquio. Se administran de forma inhalada (mediante spray), ya que así llega mayor cantidad de fármaco al pulmón, con menos efectos secundarios para el organismo. Existen varios tipos: cartucho presurizado, cámara de inhalación o polvo seco.
  • Inmunoterapia: se emplea únicamente en los pacientes sensibles a un alergeno, en los que no se ha conseguido una respuesta adecuada del asma, a pesar de seguir un tratamiento farmacológico y cumplir unas medidas de evitación apropiados. Se administra en el hospital por personal especializado.
  • Antihistamínicos: no controlan el asma pero sí son útiles para disminuir los síntomas alérgicos como picor en la nariz, estornudos, enrojecimiento de los ojos...
CONSEJOS:
Todos los pacientes asmáticos saben que el ejercicio les puede provocar una crisis, sin embargo, la actividad física es fundamental para llevar una vida sana y respirar mejor. Por eso es importante el ejercicio físico, pero adoptando una serie de precauciones: tomar la medicación (generalmente broncodilatadores inhalados) antes de comenzar, realizar un calentamiento controlado y progresivo, dosificar el ejercicio a intervalos, evitar los ejercicios máximos en intensidad, y tener siempre a mano la medicación. 
  • Fisioterapia respiratoria: incluye una serie de ejercicios que ayudan a respirar mejor y mejoran la mecánica respiratoria. Son muy útiles en las crisis o reagudizaciones.
  • Revisiones periódicas: los pacientes con asma deben acudir de forma periódica a la consulta de neumología, donde les realizarán una espirometría para ver la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.
  • Medicación: es fundamental tomar la medicación todos los días (generalmente inhalada), aunque el paciente se encuentre bien. De esta forma, la inflamación está controlada, evitando así la aparición de reagudizaciones.

Signos de alarma

Hay algunos signos de alarma que estos pacientes deben conocer y que aparecen en las crisis o reagudizaciones.
  • Sensación de ahogo al estar sentado o caminar despacio
  • Dificultad para hablar
  • Fatiga que no se alivia a pesar de utilizar el inhalador repetidas veces
  • Aparición de síntomas por la noche con frecuencia
  • Coloración azulada de los labios y las yemas de los dedos
En estos casos hay que acudir a urgencias para una correcta valoración por el médico y poder recibir el tratamiento adecuado. Puede ser necesario el ingreso en el hospital en situaciones graves

Páginas de interés

Asociaciones para pacientes

  • www.asmayvida.com: contiene información de carácter divulgativo sobre diferentes aspectos de la enfermedad, tratamientos y recomendaciones para pacientes y familiares.
  • www.uco.es/investiga/grupos/rea: incluye información acerca de las concentraciones de polen en función de la época del año y lugar elegido, las principales plantas relacionadas y consejos prácticos para personas asmáticas.

Asociaciones médicas

  • Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (www.separ.es): sociedad constituida por especialistas en Neumología y Cirugía Torácica, contiene un apartado específico para pacientes con información sobre la enfermedad y recomendaciones sobre el tratamiento y formas de prevenir posibles reagudizaciones.

Todo sobre el Asma


¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad respiratoria crónica, que se caracteriza por un aumento de reactividad de las vías aéreas de menor calibre llamadas bronquios. Esto significa que ante diferentes estímulos como el frío, el ejercicio, o ciertas sustancias que producen alergia (denominadas alérgenos), los bronquios se inflaman y disminuyen su diámetro, cerrándose de forma reversible. Esta es la principal diferencia del asma con la bronquitis crónica, en la que los bronquios disminuyen de calibre de manera irreversible. El asma es una enfermedad muy frecuente en niños. 
Sus síntomas más comunes son la sensación de falta de aire o disnea, la tos, la sensación de opresión en el pecho y la “autoescucha” de silbidos en el pecho llamados sibilancias. Cuando los síntomas empeoran se produce unacrisis de asma, que puede durar varios días en función de la severidad del cuadro. Entre las reagudizaciones o crisis suele haber períodos asintomáticos, en los que los pacientes se encuentran bien o con síntomas leves.

Causas:

El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios, que hace que estos se obstruyan y sean muy sensibles frente a una gran cantidad de estímulos del ambiente. La inflamación de los bronquios causa un aumento en la producción del moco, que además es más viscoso, por lo que se expulsa con dificultad. El aumento de sensibilidad de los bronquios se denomina hiperreactividad y hace que los bronquios se cierren ante determinados estímulos como el ejercicio, el aire frío, las infecciones víricas, el humo del tabaco, el olor a pintura, etc.
Cuando se habla de causas de asma es necesario distinguir entre las causas del asma propiamente dichas o factores etiológicos, y los factores desencadenantes que, aunque no producen la enfermedad, pueden desencadenar una crisis en una persona que previamente padecía asma.

Factores etiológicos

  • Componente genético: muchos pacientes tienen familiares con asma.
  • Exposición a neumoalergenos: son sustancias que pueden producir alergia, en concreto, síntomas respiratorios. Los más importantes son: ácaros del polvo, pólenes de plantas (gramíneas, parietaria, olivo, platanero…), animales domésticos (pelo y escamas de su piel como el del perro, gato o hámster), hongos microscópicos (domésticos o no, crecen en lugares húmedos), factores ambientales y laborales (tabaco, polvo de madera, metales…).

Factores desencadenantes

Los más importantes son los relacionados con el clima (frío, humedad, nieve…), el ejercicio físico intenso, los ambientes contaminados, especialmente por el humo del tabaco, las infecciones respiratorias, y algunos fármacos como la aspirina y derivados.
Existen varias clasificaciones de los tipos de asma.

Tipos de asma en función de los factores desencadenantes

  • Asma alérgica: aparece en relación con la exposición a sustancias alérgicas o neumoalergenos como el polen de las plantas, ácaros del polvo, o pelo de animales como perros y gatos. Suelen existir antecedentes familiares o personales de alergia.
  • Asma estacional: su aparición está relacionada con el polen de las plantas; empeora en primavera o a finales de verano.
  • Asma no alérgica: las crisis se desencadenan por sustancias irritantes (como el humo del tabaco, el humo de leña, desodorantes, pintura, productos de limpieza, perfumes, contaminación ambiental…etc.), infecciones respiratorias (gripe, sinusitis…), aire frío, los cambios repentinos de temperatura, o el reflujo gastroesofágico.
  • Asma ocupacional: las crisis se desencadenan por la exposición a sustancias químicas del lugar de trabajo, como polvo de madera, metales, compuestos orgánicos, resinas plásticas…etc.
  • Asma inducida por el ejercicio: desencadenada por el ejercicio o la actividad física. Los síntomas se presentan mientras el paciente realiza ejercicio, o poco tiempo después de finalizar la actividad física.
  • Asma nocturna: se puede presentar en pacientes con cualquier tipo de asma. Los síntomas empeoran a media noche, especialmente de madrugada.

Tipos de asma en función del nivel de control

  • Asma controlado: sin síntomas diarios o nocturnos; no necesita medicación de rescate. Las reagudizaciones son muy poco frecuentes.
  • Asma parcialmente controlado: síntomas diurnos dos o más veces por semana, con algún síntoma nocturno. Es necesario el uso de medicación de rescate más de dos veces por semana, y las reagudizaciones son más frecuentes (una o más por año).
  • Asma no controlado: con tres o más características del asma parcialmente controlado, las reagudizaciones son semanales.

Tipos de asma en función de la gravedad y frecuencia

En función del grado de obstrucción de las vías respiratorias (medido con espirometría), y la gravedad y frecuencia de presentación de los síntomas, se clasifica en los siguientes tipos de asma.
  • Asma persistente: los síntomas aparecen durante todo el año, y asma intermitente si solo se presentan en momentos determinados.
  • Asma intermitente: los síntomas aparecen dos o menos veces por semana, y los síntomas nocturnos aparecen dos o menos veces al mes. Las crisis de asma o exacerbaciones suelen ser breves, y entre una crisis y la siguiente el paciente permanece asintomático. En las pruebas de función pulmonar, el FEM y/o FEV1 es mayor del 80% (se considera como normal el 100%), y la variabilidad es menor del 20% (los valores de las pruebas de función pulmonar o espirometría no cambian tras administrar medicación para dilatar los bronquios o broncodilatadores).
  • Asma persistente leve: los síntomas aparecen más de dos veces por semana, pero no a diario, y los síntomas nocturnos aparecen más de dos veces al mes, pero no todas las semanas. En las pruebas de función pulmonar, el FEV1 es mayor del 80%, y la variabilidad se encuentra entre el 20 y el 30%.
  • Asma persistente moderado: los síntomas aparecen todos los días, afectando la actividad normal y el sueño. Los síntomas nocturnos aparecen todas las semanas al menos una noche. El FEV1 está entre el 60 y 80%, y la variabilidad es mayor del 30%.
  • Asma crónico: los síntomas son continuos. Las crisis o reagudizaciones son muy frecuentes y graves. Los síntomas nocturnos son prácticamente diarios. El FEV1 es menor del 60%, y la variabilidad mayor del 30% (los valores de la espirometría mejoran mucho tras administrar medicación broncodilatadora).
Los síntomas del asma varían de unas personas a otras, tanto en el tipo, como en su gravedad y frecuencia de aparición. Habitualmente los pacientes presentan periodos asintomáticos, seguidos por otros en los que los síntomas se agudizan, y cuya intensidad puede llegar a ser muy grave. Los síntomas más frecuentes son:
  • Tos: es generalmente irritativa, con pocas flemas, y en ocasiones absolutamente seca. Suele cursar en forma de accesos de tos, sobre todo por la noche y con el esfuerzo físico.
  • Dificultad para respirar o disnea: generalmente al hacer ejercicio. En casos de reagudizaciones graves puede aparecer al hablar, o incluso en reposo.
  • Sibilancias: silbidos en el pecho que se escuchan con el fonendoscopio al explorar al paciente, y que son producidos por el paso del aire a través de las vías aéreas más estrechas.    
También puede producir sensación de opresión en el pecho, mucosidad espesa que cuesta expulsar, y síntomas nasales como picor, estornudos, taponamiento…

La Gripe puede agravar la enfermedad cardiovascular


30 octubre 2012 – Los pacientes con enfermedades cardiovasculares pueden sufrir agudizaciones de su patología y numerosas complicaciones de salud, que pueden obligarles a ingresar en un hospital, y que incluso podrían llegar a causarles la muerte, si contraen el virus de la gripe. Y es que estos pacientes están considerados dentro de los grupos de riesgo a los que los expertos de diversas sociedades científicas, como la Sociedad Española de Cardiología (SEC), y el Grupo de Estudio de la Gripe (GEG), recomiendan la vacunación.
Aunque los datos que reflejan la cobertura vacunal de los pacientes con cardiopatía en la campaña 2011-2012 son bastante positivos con respecto a los mayores de 65 años –según el Gripómetro 2011 de la GEG el 79,1% de estos pacientes se vacunó–, los menores de esta edad fueron más reacios a la hora de inmunizarse contra el virus de la gripe, y tan solo se vacunó el 47,8%.
La gripe puede aumentar significativamente las probabilidades de sufrir infarto agudo de miocardio de manera transitoria
Por ello los especialistas inciden en que la vacuna debe extenderse, como mínimo, al 75% de los pacientes que se incluyen en los considerados grupos de riesgo, tal y como marcan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, diversas investigaciones que se han llevado a cabo con personas sanas que no tenían factores de riesgo para sufrir episodios cardiovasculares, también han mostrado que contraer una infección respiratoria como la gripe puede aumentar significativamente las probabilidades de sufrir infarto agudo de miocardio de manera transitoria.
Como explica el Dr. Ramón Cisterna, coordinador del Grupo de Estudio de la Gripe, el agravamiento de los trastornos cardiovasculares y las dificultades respiratorias que implica la gripe, y que ponen en riesgo la salud de los pacientes con patología cardiovascular previa, se pueden paliar con la ayuda de la vacuna.
Fuentes: Grupo de Estudio de la Gripe (GEG), Sociedad Española de Cardiología (SEC) y Fundación Española del Corazón (FEC)

Tratamiento de una Angina


Angina estable

El tratamiento tiene dos objetivos: aumentar la supervivencia y controlar los síntomas para conseguir una mejoría en la calidad de vida.
El plan terapéutico debe consistir en: la explicación de la enfermedad con actitud tranquilizadora; la identificación y el tratamiento de los factores agravantes; la adaptación de la actividad; un tratamiento farmacológico, y la consideración de técnicas de revascularización.

Detección y control de los factores de riesgo cardiovascular

El primer paso es el control de los factores de riesgo, fundamentalmente de la tensión arterial, el tabaquismo, la dieta rica en grasa y el alcohol. 
Además, existen algunas enfermedades que pueden precipitar la angina de pecho como son: las lesiones de las válvulas del corazón, la hipertensión arterial, el hipertiroidismo, alteraciones del músculo cardiaco, enfermedades pulmonares, etcétera. Por esto, tanto su identificación como su tratamiento son un paso fundamental para el control de este cuadro.

Educación del paciente

La educación del paciente ocupa un lugar importante en el tratamiento. Es imprescindible que entienda bien su enfermedad, por lo que se debe dar toda la información posible a estos pacientes, animándolos a desarrollar una vida normal.
El paciente debe conocer cuáles son los esfuerzos que desencadenan su angina para evitarlos, así como cuáles son los momentos del día donde presenta menor tolerancia al ejercicio, como la primera hora de la mañana, inmediatamente después de las comidas y durante la época de frío. Por otro lado, es recomendable la práctica diaria de ejercicio moderado como, por ejemplo, caminar, ciclismo, tenis…, teniendo siempre en cuenta que todo esto dependerá de la sintomatología y gravedad de cada paciente.

Tratamiento farmacológico

Durante la crisis de dolor. En esta fase el tratamiento de elección es la nitroglicerina que, como se ha indicado, actúa aumentando el diámetro arterial, con la consiguiente llegada de más flujo sanguíneo al corazón. El paciente debe recibir información sobre su modo de empleo para las posibles crisis futuras. La nitroglicerina debe tomarse tan pronto exista dolor, o incluso antes de realizar actividades que presumiblemente van a desencadenar un episodio de angina. Si con estas medidas el dolor no cede, debe sospecharse la posibilidad de un infarto de miocardio.
Tratamiento a largo plazo. Se considera que el uso de aspirina (u otro antiagregante), de estatinas (para disminuir los niveles de colesterol), de betabloqueantes (para disminuir la demanda de oxígeno) y de los IECA (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina que regulan la presión sanguínea) mejoran claramente la supervivencia y previenen acontecimientos isquémicos futuros, por lo que su empleo es indispensable, siempre que no existan contraindicaciones para su uso.

Restablecimiento del flujo sanguíneo

En los pacientes en los que la angina no se controla con el tratamiento médico, o cuando todavía existe miocardio en riesgo (es decir, que hay una lesión isquémica activa), el mejor tratamiento es aquél que permita restablecer el flujo de sangre al corazón (revascularización miocárdica). Existen dos técnicas que permiten tal cosa: la angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) o la cirugía con injerto venoso o arterial.
La angioplastia consiste en la dilatación del segmento de arteria coronaria que presenta el compromiso del flujo sanguíneo mediante cateterismo. Para mantener esta dilatación se pueden emplear unos tubos de malla de acero autoexpandibles (stents) que se colocan en el interior de la arteria y se fijan allí para que no se vuelva a estrechar.
La cirugía mediante injerto (tejido transplantado) es la intervención de cirugía cardiaca más frecuente en la actualidad. En este caso, se sustituye la arteria comprometida por un injerto (se trata de un vaso sanguíneo de otra parte del cuerpo que se transplanta en el corazón), que puede ser arterial o venoso, solucionando así el problema de la reducción de aporte sanguíneo.

Angina inestable

Todo paciente con angina inestable debe ingresar en un hospital, donde se controlará constantemente. En cuanto a los fármacos a emplear son los mismos que en la angina estable, junto con anticoagulantes (heparina).
Posteriormente, y dependiendo de cada caso, se procederá o no a la realización de una coronariografía (visualización de los vasos coronarios), con el fin de encontrar la lesión causante y tratarla mediante revascularización.

Síntomas de la Angina


Síntomas de la angina estable

El enfermo típico con una angina de pecho estable es un varón mayor de 50 años, con factores de riesgo de lesión coronaria (tabaquismo, hipertensión, diabetes, concentraciones altas de colesterol…), que presenta una molestia a nivel torácico (pecho) que comienza de forma progresiva cuando realiza esfuerzos de una determinada intensidad. Esta sensación se describe como malestar, opresión, compresión, asfixia o, incluso, ardor o dolor sordo, siendo más frecuente que se trate de una molestia que de un dolor franco. El paciente localiza esta sensación desagradable en el tórax, siendo típico que se toque el esternón para ubicarlo, aunque no es raro que exista difusión del dolor hacia los lados, o incluso que aparezca en otra zona del pecho, en el cuello, en la mandíbula, en los brazos, o a nivel del estómago.
El dolor anginoso podría extenderse a otras partes del cuerpo como son el hombro izquierdo o ambos brazos, hacia ambos lados del pecho, hacia la parte alta del cuello y mandíbula, etcétera. Aunque esto es más propio de las formas agudas de la isquemia miocárdica, como son la angina inestable o el infarto. En cuanto a la duración de este cuadro, el episodio suele oscilar entre cinco y diez minutos, siendo siempre inferior a treinta minutos.
El desencadenante del dolor suele ser el ejercicio físico, aunque existen otro tipo de circunstancias que también podrían provocarlo como es, por ejemplo, una emoción intensa (estrés, angustia, miedo, frustración…). En algunos pacientes la molestia se desencadena siempre con la misma intensidad de ejercicio (se habla entonces de umbral fijo), mientras que, en otros, un mismo ejercicio provoca la molestia a unas horas pero no a otras (umbral variable). Cuando finaliza el esfuerzo desencadenante los síntomas diminuyen, o incluso desaparecen, como máximo de uno a cinco minutos después de su conclusión. Lo mismo sucede cuando se administra nitroglicerina sublingual, que es un fármaco cuya acción consiste en aumentar el diámetro de las arterias coronarias, provocando de esta forma una mayor entrada de sangre y oxígeno al corazón.

Síntomas asociados

Son también importantes los síntomas que acompañan al dolor, como la presencia de fatiga durante la molestia y los denominado síntomas vagales o vegetativos, que son por ejemplo la sudoración fría, las náuseas y los vómitos…

Clasificación de la angina estable

Es interesante clasificar la angina de esfuerzo según su gravedad clínica y la limitación funcional que impone al paciente. Así, la Canadian Cardiovascular Society divide el cuadro en cuatro grados:
  • Grado I. La actividad física ordinaria del día a día no causa dolor; este aparece con los esfuerzos muy intensos, rápidos o prolongados.
  • Grado II. Limitación leve de la actividad física; el dolor aparece al caminar con paso normal dos o más travesías, o subir más de un piso.
  • Grado III. Limitación acusada de la capacidad funcional; el dolor se presenta al subir un piso o caminar con paso normal una travesía.
  • Grado IV. Incapacidad para llevar a cabo cualquier actividad física sin la aparición de angina; el dolor puede aparecer en reposo.

Síntomas de la angina inestable

Las características del dolor son similares a las de la angina estable, pero con algunos matices que lo definen como inestable. Así, suele ser un verdadero dolor opresivo, con sensación de agobio, en vez de una simple molestia. Tiene mayor intensidad que el de la angina estable, pero menor que en el infarto. La extensión hacia otras partes del cuerpo es más frecuente, sobre todo hacia el cuello, ambos lados del pecho, los hombros y los brazos. Es muy característica su forma de inicio, siendo típico que se origine durante el reposo; o que, habiéndose iniciado hace menos de seis semanas, sea muy intenso; y también que tenga una intensidad cada vez mayor.
También pueden aparecer síntomas acompañantes como sudor frío, náuseas y vómitos.
El mecanismo de producción de la angina inestable es similar al del infarto de miocardio, por eso este cuadro es más cercano a un infarto que a la angina estable.

Tipos de Angina de Pecho


Tipos de angina de pecho
Según la Sociedad Española de Cardiología se pueden distinguir tres tipos de angina:
  • Angina de esfuerzo: es aquel dolor provocado por una actividad física, o cualquier situación que conlleve la realización de un esfuerzo que suponga una mayor demanda de oxígeno por parte del miocardio. Es un dolor que suele ser breve y que desaparece al interrumpir el esfuerzo que lo originó, o con la administración de nitroglicerina (vasodilatador).
  • Angina de reposo: es aquella que se produce de manera espontánea, es decir, sin relación alguna con el esfuerzo. En cuanto a su duración, es muy variable, siendo en ocasiones episodios de dolor prolongados que se asemejan a un infarto. Hay que destacar un subtipo que es la angina variante, vasoespástica o de Prinzmetal, la cual ocurre en reposo, de forma brusca y, sobre todo, durante el descanso nocturno.
  • Angina mixta: en este tipo se agrupan todas aquellas formas donde coexisten características de la angina de esfuerzo y de la de reposo al mismo tiempo.
Otra forma de clasificarlas mucho más práctica es:
  • Angina estable: correspondería con la angina de esfuerzo en la que sus características y la capacidad funcional del paciente (que refleja la habilidad de los individuos para desarrollar actividades que son parte de la vida independiente y productiva de estos) no se han modificado durante el último mes. Se debe a una reducción del aporte de oxígeno de manera transitoria y con buena evolución.
  • Angina inestable: aquella de evolución imprevisible y pronóstico variable; es decir, no podemos saber cómo va a evolucionar: si hacia la curación, o si progresará hacia un infarto. Se agrupan bajo este término la angina de reposo y la angina acelerada o progresiva, que es la angina de esfuerzo que ha empeorado en cuanto al número de episodios, intensidad del dolor, o nivel de esfuerzo con el que aparece. Se debe a una obstrucción no total en una arteria coronaria; no suele conllevar complicaciones, pero sí es de peor evolución que la anterior.
  • Angina variante, vasoespástica o de Prinzmetal: es una variedad de angina inestable que se manifiesta de forma brusca, y frecuentemente durante el reposo nocturno. Al contrario que en la angina inestable y en el infarto, el mecanismo causante de este problema no es la oclusión de un vaso, sino que se debe a un cierre espontáneo del vaso coronario (vasoespasmo). La causa de este vasoespamso no está del todo aclarada, aunque es más frecuente en fumadores y en personas con cifras altas de colesterol y de tensión arterial. Puede ocurrir en arterias coronarias sanas o en coronarias con lesiones de ateroesclerosis. Puede desdencadenarse por el frío, estrés emocional, consumo de ciertos medicamentos o de drogas como la cocaína. Este cuadro es frecuente en gente joven.
    El pronóstico de estos pacientes depende fundamentalmente del estado de sus vasos coronarios. Un grupo importante de pacientes presenta buena evolución con periodos largos sin síntomas. Otra parte de los enfermos presentan lesiones en las arterias coronarias graves y constituyen un grupo de alto riesgo, con una incidencia de infarto y muerte durante el primer año del 20 y 15%, respectivamente

ANGINA DE PECHO


Se define a la angina como el dolor, opresión o malestar, sobre todo a nivel del pecho, que es debido a una falta de riego sanguíneo (lo que se conoce como isquemia) en el músculo cardiaco, también llamado miocardio. Este concepto es exclusivamente clínico, es decir, que su diagnóstico se basa en las características y circunstancias que acompañan a dicho dolor.
Causas de la angina de pecho
La isquemia responsable de este cuadro se debe a un desequilibrio entre la demanda de oxígeno del miocardio y el aporte que recibe del mismo. La causa más frecuente de isquemia miocárdica es el depósito de materias lipídicas (como el colesterol) en las paredes arteriales que nutren al corazón; a esto se lo conoce como ateroesclerosis.
Por lo tanto, se puede decir que la angina de pecho es una manifestación clínica del cese de flujo sanguíneo en el corazón. Como consecuencia de esta falta de oxígeno, se altera el metabolismo del músculo cardiaco y ciertas propiedades de este, como son su elasticidad, su contractibilidad y otras. Además, también se produce la liberación de ciertas sustancias que estimulan las terminaciones nerviosas y provocan el dolor característico de la isquemia miocárdica. Sin embargo, hay veces en las que esta falta de flujo sanguíneo al corazón no se acompaña de dolor, lo cual dificulta bastante el diagnóstico. En estos casos se habla de isquemia silente.
La angina de pecho es el cuadro inicial más frecuente en los pacientes con lesiones cardiacas por déficit de flujo sanguíneo; es decir, por cardiopatía isquémica. Pero también hay otras formas de manifestación como son el conocido infarto de miocardio y la muerte súbita.
¿Cuál es la diferencia entre la angina de pecho y el infarto de miocardio?
Es importante no confundir la angina de pecho con el verdadero infarto de miocardio. Ambos son causa de dolor en el pecho, la diferencia se basa en el grado de ocupación del vaso coronario (son los encargados de llevar el oxígeno al corazón) causante de la reducción del flujo sanguíneo; tratándose de una ocupación total en el infarto y parcial en la angina. Esto implica que en la angina la falta de oxígeno es transitoria, provoca el dolor característico, pero no hay muerte de las células del corazón, es decir, es una alteración que revierte. Sin embargo, en el infarto, al ser una obstrucción total, no llega nada de sangre a estas células durante un tiempo, variable, pero lo suficientemente largo como para que exista muerte celular (necrosis), convirtiéndose así la lesión en algo irreversible.