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martes, 23 de octubre de 2012

La importancia de la independencia económica en la vida de una mujer

Toda mujer, sin excepción alguna, debe, desde muy joven, tener la capacidad de aprender a manejar su dinero. Puede ser mediante salarios, propinas de los padres, o lo que sea… pero desde aproximadamente los 16 años (dependiendo mucho de nuestra madurez), una mujer ya puede trabajar por horas, medios tiempos, vacaciones o tiempo libre.

¿Eres económicamente dependiente? Muchas mujeres no viven una vida digna, respetable, satisfactoria o LIBRE porque dependen económicamente de su pareja.

A veces puede parecer que no es problema depender económicamente de la pareja… Pero si hay problemas -y serios-, ¿a dónde van a ir? Se empieza el temible apego, temor, y lo peor: Tu autoestima se ve socavada y verdaderamente te puedes sentir como una prisionera, aunque te diré que hay mujeres que se arman de mucho valor, y deciden entonces tomar las riendas de su vida, sean cuales sean sus circunstancias… Y te cuento que, al 99% le va muy bien, ¿eh?

Tres sugerencias para valerte económicamente por ti misma:

Valora tu trabajo y sé agradecida por ello:
No sabes en qué momento ese pequeño o gran empleo que tienes te va a servir de una manera que no te imaginas ahora.
Lo cierto es que nuestro trabajo y educación superior jamás deben ser negociables.

Ahorrar:
¿Te has puesto a pensar que a veces tú (o alguna amiga tuya) no puede tomar una decisión acertada para su propia vida por la dependencia económica? También debes haber observado que a pesar de que muchas mujeres trabajan, tienen que dar cuentas exactas a su pareja… ¡Inclusive dan completamente todo lo que han ganado!
Lo justo es que tu dinero ganado sea TUYO.
Por supuesto que puedes colaborar, que puedes y debes… pero hay una gran parte de esa ganancia que debe ir a una cuenta de ahorros. ¿Por qué?  ¿Qué pasaría si tu pareja decide que ya se cansó de vivir contigo… o si de pronto te quedas sola por cualquier motivo? ¿Estás preparada? Si no trabajas, sería buena idea que empieces a hacerlo.

Piensa: ¡Tienes muchas capacidades! 
Si no fuiste a la universidad, ¡de pronto eres una reina en la cocina! O tal vez sepas tejer, bordar, diseñar, pintar, etc. Aquí lo importante es que tienes que tomar conciencia de lo importante que es tener un trabajo, descubrir tus talentos y ponerlas en práctica. Si estás al lado de un hombre, como suelo llamarlo yo: Estupendo… él no se sentirá amenazado ni mucho menos. Muy al contrario, él te deberá alentar y sentirse orgulloso de tener una mujer muy segura de sí misma, y que a pesar de que tiene todas las comodidades en su hogar, sabe que necesita realizarse, y sentirse satisfecha con lo que hace.

En conclusión:
Toda mujer debe tener un trabajo y el valor necesario para saber actuar conforme lo ameriten las situaciones; libertad económica suficiente (pues si hay algo que tenga que cambiar, cambiará); pero tú, llegado el momento, como la mujer inteligente y planificadora que eres,  tendrás estrategias y recursos eficaces listos ya para cuando los necesites. ¿No es eso muy valioso? ¿Y MARAVILLOSO?


Querida amiga… Como siempre, y con un optimismo a prueba de huracanes, te invito a reflexionar sobre este tema. Y repito: De corazón, espero que te sea de utilidad, ¿y por qué no? Que te sirva de mucho. Nosotras podemos hacer, créanme, créanme… una vida PRECIOSA, GRATIFICANTE, PLENA. ¿Te animas? Yo sé que sí.

“Dios me dio vida para ser la mejor versión de mí misma” – A. Stamateas

Fuente: todamujeresbella

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