Una cosa es que después de comer toda la energía del organismo se “aboque” a hacer la digestión y otra que ése sea el peor momento del día. Es que si se come mal, se digiere mal.
Aquí, algunas recomendaciones para que lo que comemos se asimile correctamente.
1. Masticar mucho
En la boca comienza el proceso digestivo
Masticar mucho no sólo ayuda al proceso mecánico de digestión sino que permite que la ptialina, enzima que se encuentra en la saliva y que digiere los carbohidratos, actúe correctamente.
Los alimentos sólidos deben ser masticados hasta obtener líquidos, o sea aproximadamente 30 veces.
2. Moderar las porciones
Un intestino sobrecargado y con exceso de trabajo es un intestino estresado. Sobrecargar el intestino lo debilita y causa su irritación, toxemia e inflamación.
Debemos evitar hacer comidas demasiado frecuente, y en porciones demasiado grandes. En este caso la digestión puede ser incompleta y puede causar la descomposición e intoxicación del intestino y del torrente sanguíneo. La irritabilidad, el cansancio y la fatiga puede ser el resultado de esto. Se necesita un tiempo suficiente entre las comidas y porciones adecuadas.
3. Respetar combinaciones
La combinación apropiada de los alimentos ayuda a digerirlos completamente, y a evitar su descomposición.
Ejemplo: la combinación típica de alimentos: carne y arroz, pan, harinas y fiambres o quesos.
Las proteínas necesitan jugos digestivos ácidos (ácido clorhídrico pepsina, tripsina) para su digestión. Los carbohidratos necesitan jugos digestivos alcalinos (ptialina, amilasa).
Estos se neutralizan, hacen que la comida no se digiera correctamente y empieza la putrefacción de las proteínas y la fermentación de los carbohidratos, causando toxemia, irritación, malestar, inflamación.
Algunas sugerencias
- Frutas: comerlas solas con el estómago vacío y combinar poco.
Las frutas necesitan digerirse y absorberse rápidamente. No son adecuadas como postre.
- Proteínas (carnes, huevos, fiambres, legumbres): combinarlas con verduras con bajo contenido de almidón (lechugas, brócoli, repollo, apio, pepino, espinaca, zuccinis, pimentón) y jamás con harinas, arroz, maíz, papas, arvejas.
- Carbohidratos (harinas, granos, cereales): combinarlos con verduras.
4. Consumir alimentos de buena calidad
Vitaminas, minerales, proteínas, enzimas, fitonutrientes… ¿Cuál es la mejor manera de asegurar el consumo adecuado de estos?
Aumentar el consumo de frutas y verduras (son la fuente ideal de todos los nutrientes necesarios), cinco porciones al día es lo recomendado
Consumirlas frescas y crudas… ¿Por qué?
Con la cocción se destruye el 50% de las proteínas, entre un 60-90% de vitaminas y minerales, más del 95% de los fitonutrientes y el 100% de las enzimas vivas.
Debemos asegurar que cada comida tenga por lo menos 50% de alimentos frescos y crudos. O sea, las ensaladas deben cubrir por lo menos la mitad del plato.
Fuente: Infobae
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