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domingo, 16 de septiembre de 2012

LOS HOMBRES SOMOS PARTE DE LA LACTANCIA


por  Eli Bravo


    Cuando hablo de lactancia materna hay quienes levantan la ceja con asombro e incredulidad. ¿A cuenta de qué, si no tengo título de pediatra, no soy nutricionista y no tengo tetas? Mi razón es sencilla: soy papá y tengo dos hijas que tomaron pecho por dos años cada una. Verlas crecer y sonreír es mi prueba más clara del poder amoroso de la leche materna.
    Es así como he participado en Despierta América por Univisión con Chiquinquirá Delgado, o en CNÑ con Mercedes Soler. Me han invitado a foros de lactancia, he conversado con periodistas en distintas partes del mundo y he apoyado a Unicef en su campaña internacional. No soy mujer, no soy un experto y de bebé tomé pecho por menos de un mes, pero la vida me ha enseñado que uno debe apoyar aquellas cosas en las que cree.

    En materia de lactancia los hombres tenemos mucho que aportar. Para comenzar, podemos apoyar a la madre primeriza que comienza a dar teta y está llena de dudas y temores. También podemos aliviarle la carga cuando esté agotada, y sobre todo, tenemos la capacidad de darle ánimos en los momentos cuando desfallezca y piense que un biberón será mejor alimento para su hijo.
    Si en lugar de decir "esa criatura está muerta de hambre, voy por la fórmula", el mensaje que damos los padres es "tú y el bebé están aprendiendo, ten paciencia y deja que la naturaleza haga su trabajo" te aseguro que los primeros chupitos en la lactancia serán completamente distintos. Y si además los hombres nos informamos sobrelos beneficios de la leche materna tendremos los mejores argumentos para inspirar a las madres y contagiar de entusiasmo al resto de la familia.
    Acá tienes algunas ideas para dejar de ser sujeto pasivo y contribuir con el bienestar físico y emocional de tu familia:
    1. Asegúrate que en la primera media hora después del parto la mamá lleve al bebé a su pecho. En ese momento las hormonas e instintos están al máximo y el reflejo de chupar en su apogeo.
    2. Procura que alguien de la familia que haya tenido una experiencia positiva con la lactancia los acompañe. Aunque es un asunto natural, la técnica y la sabiduría es importante. Para que el bebé se pegue al pezón correctamente hay algunos truquitos que siempre ayudan.
    3. Ayúdala a que se conecte con una red de apoyo. Hoy en día abundan, son madres dispuestas a conversar y compartir sus conocimientos. Así la madre no se sentirá sola y se contagiará de entusiasmo.
    4. Defiende el derecho a la lactancia en lugares públicos. Dar teta en la calle no es una obscenidad ni mucho menos un delito. ¿Acaso comer en público es un crimen? Con la discreción adecuada, toda madre tiene el derecho a alimentar a su hijo.
    5. Lee sobre los beneficios de la leche materna: aporta anticuerpos, grasas esenciales, vitaminas y todo lo que necesita un bebé para crecer. Además promueve lazos afectivos para un buen desarrollo emocional. A todos nos gusta que nos abracen ¿cierto? ¡Imagina cuánto lo disfruta un bebé!
    Y si por asuntos de su horario de trabajo la madre se saca la leche para dársela luego con un biberón ¡Aprovecha el momento! Aunque no tengas tetas, puedes darle de comer a tu hijo y disfrutar esos meses que pasan volando. Porque si algo sabemos todos los padres es que en un abrir y cerrar de ojos nuestros hijos cambian los pañales por un auto para irse de fiesta con sus amigos.

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