¿Puede el ejercicio en realidad mejorar mi
estado de mal ánimo?
Sí. Una
caminata a paso brioso tres veces a la semana puede ayudarle a recuperarse de
una depresión en menos tiempo, puede disminuir la severidad de la misma, e
incluso puede prevenir desde un principio que sea afectado por la melancolía o
la tristeza. Docenas de estudios clínicos han demostrado que el ejercicio puede
de manera significativa aliviar síntomas físicas y emocionales en personas que
sufren de la depresión clínica. Otros estudios han demostrado que personas de
cualquier edad, sea usted joven o en edad avanzada, sufrirán menos problemas
físicos y mentales tanto como gozaran de un mejor auto-estima al seguir un
régimen fijo de ejercicio.
En un
estudio clínico, se planteó que un grupo de estudiantes universitarios que
hacían ejercicios aeróbicos durante cinco semanas se sobrepuso de forma más
plena y más rápida de los sucesos estresantes de la vida que aquellos que
practicaban técnicas para relajarse. De hecho, un estudio que siguió un grupo
de pacientes entre 50 y 77 años de edad encontró que un régimen fijo de ejercicio
ayudaba tanto para aliviar síntomas de depresión como tomar medicamentos, según
un reportaje en la edición del 25 de octubre de 1999 de Archives of Internal
Medicine.
¿Cómo es que el ejercicio puede ayudarle a
aliviar la depresión?
El
simple hecho de enfocarse tanto mental como físicamente en una actividad
rítmica puede ayudarle a aliviar la ansiedad. El ejercicio es una buena manera
de acabar con el estrés, no solamente porque alivia la tensión muscular sino
que a la vez acelera el ritmo del corazón. Resulta que la combinación relaja el
cuerpo y lo hace sentir más despierto. Por lo tanto, se siente más capaz de
enfrentar los problemas de la vida. Además, se sentirá mejor sabiendo que está
vaciando sus frustraciones en un Stairmaster y no en su pareja o en sus socios.
Si su
sueño y apetito han sido afectados por la depresión, el hecho de quemar unas
calorías más puede ayudar al cuerpo a encaminarse de nuevo y aumentar su nivel
de energía. Claro, ponerse más fuerte y mantenerse en forma lo hace sentir mejor
consigo mismo a la vez que realza su sentido de eficacia y control sobre su
propia vida. Tampoco es poca cosa saber que puede de vez en cuando rendirse a
la tentación de comerse un helado con frutas y nueces sin preocuparse demasiado
por los efectos que eso podría tener en sus caderas.
Es
imposible decir con plena seguridad que el ejercicio de hecho puede cambiar la
química del cerebro. Sin embargo un estudio reciente encontró que una buena
sesión de ejercicios puede aumentar su nivel de serotonina, una sustancia
química relacionada con el estado de ánimo de uno. El ejercicio intenso también
puede estimular la producción de los endorphins, analgésicos naturales que
pueden en ocasiones hacerlo sentir eufórico, pero los investigadores no están
seguros si esto es suficiente para sacarlo de un estado depresivo.
También
existen claros beneficios sociales en el ejercicio que pueden ayudarle a
mejorar su estado de ánimo. Pertenecer a un club o encontrarse con amigos para
caminar o hacer ejercicios puede disminuir la sensación de aislamiento que
puede desarrollar al estar deprimido.
¿Cuáles ejercicios son los mejores para
aliviar mi estado de ánimo?
No hay
pruebas que confirmen que una clase de ejercicios sea mejor que cualquier otra.
La mayoría de los estudios clínicos han investigado el correr u otras
actividades aeróbicas. Sin embargo, aquellos estudios que también han comparado
los efectos de las actividades de baja intensidad, tales como caminar y
ejercicios no-aeróbicos tal como el entrenamiento con pesos, han encontrado que
estos tipos de ejercicio son igualmente eficaces en disminuir la ansiedad y la
depresión. Para aprovechar los beneficios emocionales ni siquiera necesita
lograr un aumento en su fuerza física o capacidad cardiovascular.
¿Cómo puedo esforzarme a hacer ejercicios
cuando por poco no puedo levantarme de la cama?
Puede
parecerle imposible esforzarse a hacer ejercicios por su cuenta. Si usted está
sufriendo de una depresión severa, hable primero con su médico acerca de
sesiones de sicoterapia o medicamento, o los dos. Al sentirse un poco
recuperado, podría buscar un programa estructurado enfocado en ejercicios que
se hacen en grupo y basado en actividades que ha gozado en el pasado.
Pertenecer
a un grupo dedicado al gozo de caminar puede ser una buena opción porque puede
participar sin que haya alcanzado un nivel de buen estado físico y no requiere
ningún entrenamiento o equipo especial.
Salir
de la casa en sí -- sobre todo si el día está bueno -- le puede ser
terapéutico. Comience caminando por cinco a diez minutos al día hasta que
alcance los 30 o 45 minutos seguidos. Puede ser que tenga que mantener este
régimen por varias semanas antes de sentir una mejoría en su estado de ánimo
pero intente hacer de este régimen una costumbre imprescindible. A lo mejor
ayudaría pensar en esto como adquirir un nuevo estilo de vida saludable que
pretende mantener por vida. Entonces tómelo poco a poco. Los estudios clínicos
demuestran que hay que seguir un régimen de ejercicio fijo por al menos cuatro
meses seguidos antes de sentir una verdadera mejoría.
Recuerde,
el ejercicio no puede ser considerado como opción única en el tratamiento de la
depresión. Sin embargo, se considera que es una buena actividad para agregar a
sesiones de sicoterapia o tratamiento con medicamentos. Si usted padece de una
condición médica o no está en una buena condición física, hable con su médico
acerca del mejor régimen de ejercicios para usted.
KATE LEE. CONSUMER
HEALTH INTERACTIVE.
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