La electroestimulación es un tratamiento realizado en los vientres musculares con una finalidad estética o terapéutica. Consiste en estímulos eléctricos, con pares de electrodos positivo y negativo, que son colocados en alguna parte del cuerpo dependiendo del tratamiento que se hará el paciente. En esta terapia se regula la intensidad y el tiempo que van a durar las ondas.
La electroestimulación tiene grandes ventajas: se realiza un trabajo muscular sin lesiones y sin esfuerzo físico, se aumenta la masa muscular, combate la celulitis o la flaccidez sin importar el grado que tenga la misma. En los tratamientos postparto, logra recuperar con facilidad la figura en pocas sesiones, ayuda en el mejoramiento de la circulación sanguínea y linfática.
Además, los resultados comienzan a ser visibles en muy pocas sesiones.
Pero la electroestimulación también tiene sus desventajas y debemos tenerlas en cuenta antes de tomar la decisión de realizar este tratamiento. Algunas desventajas son que, si el objetivo del tratamiento es bajar de peso o mejorar la capacidad cardiovascular, tiene que estar acompañado de ejercicio físico, porque no trabaja a nivel cardio-respiratorio.
Estos electrodos sólo se pueden colocar de 2 a 3 veces por semana, siendo necesario que el músculo logre una correcta relajación. Las personas que usan marcapasos, que tienen heridas abiertas en la piel sin importar de qué tipo, no pueden hacerse este tratamiento.
Cuando esta electroestimulación tiene finalidad estética y terapéutica debe ser realizada por un mesoterapéuta profesional.